Hoy si que ya paso bastante agua por debajo del puente... Ya pasaron tres meses desde aquel dia que volvimos a Buenos aires, tambien nos fuimos y volvimos otra vez, enamorados, re enamorados, sobre todo de Misiones. Pero vamos por partes, como diria Jack
(cuac!)Resuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuulta, que supuestamente ibamos a pasar por Buenos Aires para vaciar un poco la mochila (y la vaciamos bastante), para ver a la familia que tanto se extrañaba (la familia que uno no elige y la que elige), y para trabajar un poquito en nuestra flamante empresa "Tremendo Pan Relleno S.A" para no gastarnos los pocos ahorros que teniamos, pero por supuesto, salio todo al revez.
Por suerte somos gente que trata de ver lo bueno de los cambios repentinos pero en su momento por supuesto fue todo un bajon.
Fuimos a la costa con 100$, vivimos un mes y medio y volvimos con un poco mas de eso. No era lo que nos imaginabamos pero dentro de todo estuvo buena la experiencia porque ahora sabemos todos los factores que pueden afectar en vender o no vender. Y de eso se trata "hacer la temporada". Paso a hacer una breve explicacion:
Primero, el tema inspectores. Por varios motivos no sacamos el permiso correspondiente para vender en la playa (y de haberlo sacado habria sido muy dificil sacarlo por la via
legal ya que hay una mafia bastante
CHOTA encargada de todo esto) Entonces salimos a vender Macramè pero unas pocas horas y despues de las 17hs, entonces no haciamos muuucha plata como para ahorrar. Cuando ya no nos pudimos escurrir de entre las grasosas manos de los
muy prepotentes y frustrados de la vida inspectores, tuvimos que dedicarnos a otra cosa. Ahi Mati empezò a vender
churros (el chabón chocho de la vida, ama vender morfi) y yo empezè a vender
gorritos. Asi fue como empezamos a vender tranquilos, pero con las complicaciones de vender para otro, aunque nuestros "jefes" nos daban mucha libertad y eran re copantes.
Cuando nos empezamos a sentir
en nuestra salsa, empezaron las lluvias...
Como podran imaginarse,
si llueve, no hay gente en la playa, si no hay gente en la playa, no hay guita. Entonces era un dia de trabajo, tres de lluvia y de gastarse lo ahorrado por que no podiamos trabajar entonces entramos en un
circulo malolechistico bárbaro.
Tratando de ponerle buena onda al asunto pensamos "siempre que llovió, paró" y parar, paró, pero ahi arranco el viento. Otra vez, si hay viento fuerte, te vuela la carpita, la toalla, el baldecito, la gente esta re fastidiosa y prefiere ni ir a la playa, por lo tanto, no hay guita.
Un dia paró el viento y pensamos que todo volvería a la normalidad, pero no, al otro dia arrancó el viento con frio. Ahora si que no estaba ni el loro en la playa ya que la onda es que haga calor.
Cuando paró la lluvia, el viento fuerte y el viento frio, arranqué desde tempranito con ganas acumuladas de vender. Eran las 9 am y habia una calma, un sol, una brisa calentita de no creer "Al fin el verano" Pensé. La marea empezó a subir despaciiiito. A las 15hs el mar ya se habia comido a la playa y para la noche el agua ya estaba en la vereda. Para este entonces ya estabamos a fines de febrero y la temporada YA FUEEEEEEEE!!!
Con este paisaje volvimos a casa, siempre positivos pensando que por algo el destino, mahoma, mi helecho o como se llame queria que no llevemos mucha plata al viaje que todavia no habia comenzado, el verdadero viaje, lejos de la ciudad.
La estadia en Buenos Aires fue fugaz. Apenas llegamos un domingo, sacamos los pasajes a Misiones, (el siguiente destino que explicaré más luego xD), para el siguiente viernes, lo que nos daba 5 dias, entre ellos mi cumpleaños, para pasar con nuestra gente. Apenas pudimos sacarnos el gusto. De entre todas las sorpresas al llegar nos encontramos con que nos teniamos que mudar.
Fue muy difícil organizar todo eso tan rápido, pero por suerte encontramos ayuda por parte de nuestros pocos pero verdaderos amigos. Como Abi, que ahora tiene mi casa entera en una piecita en su propia casa. Como Sebas, que sin que le pidieramos nada, sabia nuestra situación y donó el flete y como Anita, que panzona y todo fue la pieza fundamental en la logística de toda la mudanza, cebando mates, llevando plantas en el auto, siendo mi mismísima memoria: "gorda, las cortinas no te estas olvidando" siiiii Anita!! La cabeza me estoy olvidando :). Si no fuera por ellos no se que hubiesemos hecho.
El dia de mi cumple como siempre yo queria la chancha y los veinte chanchitos, entonces habia arreglado para hacer la mudanza a la mañana, ir a lo de mi mama a la tarde, cenar en lo de mi papá y despues ir a ver a las chicas. Hice todo pero a medias y nadie quedó conforme.
Después de la mudanza que hicimos Mati y yo solos (en lo que a mover cosas respecta) hicimos dos horas de viaje hasta donde estaba mi mama, en Avellaneda. Ahi solo pudimos estar 40 mins porque ya se hacia tarde para llegar al asado que me habia preparado Gino, que no podia esperar màs de las 21 hs.
Llegué tarde y mi papá se encargó de hacermelo notar, y de hacerme notar que me habia extrañado y que recien llegaba y ya me iba y que me iba a seguir extrañando... Cuando llegué a lo de las chicas ya estaba muerta de sueño y pensando en otra cosa, entonces pensando en como las iba a extrañar no pude disfrutar mucho tenerlas enfrente. Que loco, no?
El viernes armamos las mochilas de vuelta, con menos peso y más mugre ^^, la mugre del camino.
Roxanita y Miguel nos fueron a despedir a la salida del tren "El Gran Capitán" Que va desde Chacarita hasta Posadas, Misiones, como quien dice de Morón a Haedo. Y ahí recién empezamos a respirar, ja!