lunes, 31 de mayo de 2010

MISIONES: La tierra es RRRROJJJJJa boluuuuu!!!!







El tren tarda 30 horas hasta Posadas. Sí, 30 HORAS!! y te hacen firmar antes de salir un papel que dice algo asi como que si te morís no es culpa de ellos. Nah! Menteeeera!!, pero algo así...
Ahi habia un montón de gente de todo tipo. La mayoria gente que volvia a su tierra Misionera, o que iba a visitar parientes o hipos y hipas Artesanos, Malabarístas y otros personajes. Todos los jóvenes pronto se hicieron amigos y compartian experiencias alrededor de una guitarra llena de risas y cantos... y con jóvenes no me refiero a nosotros que somos mas anti que no se quién!!!
Esto me pesó un poco y me hizo reflexinar porque parte de un viaje significa conocer gente. Todos tenemos algo para enseñar y yo siento que tengo mucho para aprender, pero se me hace difícil interactuar, tu sabes, joven argentino...

Salimos el Viernes 7 de marzo a las 22hsy llegamos el 9 de marzo a la madrugada. Para conocer lo mejor de Posadas: Los borrachos de la noche!! Mentira, esto no es lo mejor de Posadas, pero los conocimos igual mientras haciamos tiempo en el centro siendo aturdidos por un semáforo para ciegos.
Cuando se hizo de día encaramos para la casa de nuestro amigo Ricardo.
En este punto creo conveniente explicar la naturaleza de nuestra amistad (bueno, dale, paro de hablar así :B)
Como muchos de ustedes saben nuestro plan era empezar por Uruguay, luego Brasil, Paraguay, Bolivia y nuestra más importante meta, Perú y sus Pichu-Ruinas. Ahora, como todos ustedes deben saber, los planes cambian, incluso se van bastante lejos de lo que habiamos planeado y encima uno puede conseguir mejores resultados. Definitivamente eso pasó cuando conocimos a Ricardo, uno de los tantos vendedores que se alojaban en "El Garrote" con nosotros en Mar de Ajó.
Contandole de nuestro sueño, de nuestro viaje y nuestra búsqueda, sobre todo nuestra búsqueda de PAZ muy amablemente nos ofreció su casa para quedarnos ahi si queriamos empezar el viaje por ahi para luego subir a Brasil. Nos llenó tanto la cabeza hablandonos de Misiones y de sus rincones que nos convenció.
Entonces llegamos y conocimos su casa, no sin antes caminar unas cuantas cuadritas con las mochilotas a cuestas.
Apenas llegamos nos morimos en una camita que hay en el comedor y nos hizo un guiso riquísimo. Después fuimos a conocer el centro en el colectivo, ya mas livianitos, y a la noche habia una especie de festejo en La Costanera asi que fuimos a tirar el paño. Sólo vendimos una pulserita pero estabamos chochos. Como la chochera no paga el morfi, Mati me dijo "Ahora vuelvo" y volvió con un palote lleno de copos de azucar para vender, otra cortesía de don Ricardo.
A la noche volvimos y quedamos fritos, no sin antes hacernos una pelicula de terror en el marote, pero eso es otra historia.

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