sábado, 9 de octubre de 2010

Musica

Karina y Graciela son de Ecuador y de Chile respectivamente. Ahi apareció la posibilidad de ir más alla de Perú y llegar hasta Ecuador.
Graciela es muy audáz, es admirable ver como no le tiene miedo a la incertidumbre que lleva el viaje. Karina es capaz de contagiarle su energía y su entusiasmo a cualquiera.
Las conocimos una noche que nos moríamos por comer unos ravioles con salsa y queso rallado. Les contamos riendo de como soñabamos que nos paguen las pulceritas con platos de ravioles, que nos tiren platos con ravioles, que lluevan ravioles... ahi nos contaron que pensaban hacer unos ñoquis caseros. Ellas pusieron los ñoquis, nosotros la salsa y tuvimos nuestras pastas al fin.
Esa noche Carlos puso una luz para nosotros y gracias a eso vendimos 10$ mas y las chicas dos collares re caros. Habiamos escuchado de otros viajeros que eso se llamaba "magia" y ahora creiamos en ella

Esta tarde se creo un momento muy mágico en el que este hombre, cuyo nombre no recuerdo, tocaba canciones de Bolivia que eran inmensamente hermosas. La mezcla del paisaje, el silencio, las expectativas nos dio unas horas de paz infinita, es difícil describirlo.




Estos niñitos nunca le daban bola a nadie, pero en ese momento hasta ellos se sintieron atrapados por el encanto de la música.

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