Viajamos bastante incomodos y parados en su mayoría. Salvo Mati que se acostó en el suelo porque las vueltas por la montaña le daban nauseas... y no fue el único. Varios pasajeros pasaron por lo mismo.
Es dificil viajar parado sobre todo cuando ponen a las wawas (bebes) envueltos en mantas coloridas en el pasillo y hay que tener cuidado de no pisarlos. Si llegas a acercarte a la manta las mamitas te miran con una cara como si vos estuvieras en falta y fuera totalmente normal poner a los bebes en el pasillo por donde pasan las personas y en realidad para ellos... lo es. Y si, la desubicada ahi era yo!
Por suerte despues de 8 horitas de viaje, llegamos a Ayacucho, todavía de noche. Estabamos muy contentos, casi nada podría sacarnos el buen humor. Fuimos a esperar que amaneciera a la plaza de armas.
Aun en la oscuridad, lo magnífico de los antiquísimos edificios de alrededor ya se hacía notar.
En verdad me dan un poco de escalofríos todas esas ctedrales que son una marca de la colonización de hace más de 500 años. Una marca de "Olviden todas sus creencias y haganse de las nuestras" sin dejar otra opción. Aún así no puedo dejar de admirar ese arte arquitectónico y sentirme más cerca de otros tiempos, de mis hermanos nativos.
Se hizo de día y fuimos al mercado. Un mercado enorme con escaleras gigantes en la entrada. Quisimos comprar una quinoa con piña en un puestito y ahí nos dimos cuenta: Nos habían robado la billetera con todo lo que teníamos.
Fue un bajón que en ese momento nos pegó duro. Y se enteró, si no fue todo Perú, al menos todo Ayacucho. Una cholita mientras me escuchaba llorar me dijo "Y para que vienen a Perú?", no se lo dije y no creo que se haya enterado, pero para que me roben, seguro que no..
(ay señora.. si supiera lo mucho que la quieo a usted, a sus trenzas negras y sus ropas de colores.. si supiera como la vine a buscar no me trataría asi)
Un tipo que pasó en moto tiró al aire cuando estuvo al lado nuestro "El Perú no está para lágrimas" y se fué.
No voy a reproducir lo que pensé de ese señor aunque luego lo comprendí cuando conocí un poquito más la historia reciente de Ayacucho.
En la policía de turismo tampoco nos fue muy bien que digamos. Nos atendio un tipo sin ganas de trabajar, capaz tenia ganas de vivir, no que yo sepa.
El tema era que además de estar en tarlipes, nos sentíamos un poco solos.
Por suerte ese día ya esta lejos y hoy lo veo como un punto de inflexión que generó muchos cambios y muchas aventuras inesperadas en lugares por los que ni pensabamos pasar. De hecho fue un antes y un después y creo que el más importante de todos... Pero en ese momento significó "chiiiicos, estan jodidos!!" Porque para colmo nos dirijíamos a Ecuador y en tres dias nos vencía la visa y por cada dia que pasara con la visa vencida nos iban a cobrar un dolar a cada uno. Por una semana estaba bien... pero más tiempo sería demasiado. Y todaví nos faltaban mas de mil kilometros para llegar a la frontera con Ecuador. Sin plata, pareciera más lejos todavía.
Y ahora que hacemos? ... Lo que venimos haciendo hasta ahora: Adaptarnos.
Entonces fue necesario repensar algunas cuestiones...
El primer ángel que apareció fue la chica del puesto de información turística. Caímos ahi más que para buscar tours, para encontrar un lugar donde poner el paño y hacer dinero como para pasar el día.
(cosa que a esta altura nos fastidiaba siendo que habiamos juntado para que no nos pase eso, pero a esa altura, ya un poco más resignados, lo vimos como un aprendizaje: El dinero, ni siquiera esos papelitos de colores pueden asegurar nada. A seguro se lo llevaron reee preso y nosotros estabamos ahi y en ese momento para aprender a adaptarnos rápidamente, para aprender a enfrentar situaciones difíciles y salir de ellas y lo que es más extraño, para disfrutar mientras todo eso sucedía)
La chica de turismo, para empezar, nos brindó la primera sonrisa que cualquier Ayachuchano nos hubiese podido brindar... Además nos contó de una feria que se hacía ese mismo día, y nos prestó el teléfono para llamar a la embajada y confirmar nuestras sospechas, porque hasta ese entonces no teniamos ni idea de que pasaría cuando la visa se venciera (yo personalmente pense que ibamos a desaparecer automáticamente de Perú x)).
AAAh!!, lo más importante. Recién a esta altura conseguimoss un mapa de todo el país! El que nos acompañaría en el camino desde ese entonces. (ahora esta más gastado pobrecito..)
Poco a poco empezamos a ver como cambiaba el panorama. Y todo gracias a la buena onda de esa chica, porque nosotros no le ibamos a poner onda ese dia!.
Fuimos a la feria/ mercado del que nos habló. Había que tomarse un colectivo, mochilotas a cuestas y estaba bastaante lejos.
Pusimos el paño y cuanta plata hicimos? 20 soles. Lo justo y necesario para pasar la noche y comer, ni mas, ni menos. (aprendiendo.. que solo eso precisabamos) Pateando y pateando el precio mínimo que nos hacían por una habitación era de 15 soles. Aceptamos gustosos en una casona antigua escondidita al fooooondo detrás de unas rejas, donde teniamos ducha con agua caliente y tele con cable ^^. Nos quisimos dar el gusto, hacía mucho que no estabamos en un lugar asi y empezabamos a ver que cuando tenes la plata hay que gastarla, porque de un segundo a otro puede no estar. Además Mati todavía se sentía mal y vino bien un lugar cómodo que nos dé la contención que necesitabamos.
En una de esas pateadas habíamos encontrado un hostel donde se ofrecieron a cuidarnos las mochilas mientras conseguíamos trabajo, (cosa que tampoco resultó por la zona, preguntamos en bares, restoranes y hoteles y naaada), y a la noche cuando volvimos , habiendo ya escuchado la historia, nos invitaron a pasar la noche alli :). El gesto nos encantó, pero ya habíamos pagado la otra habitación. Lo bueno era que estos pocos ángeles que ofrecieron su ayuda en Ayacucho nos dieron mucha fuerza para seguir adelante en el momento que hasta ese entonces consideramos el más difícil. GRACIAS GRACIAS GRACIAS HERMANOS.
Nos dimos el baño de agua caliente de nuestras vidas!! Yo habré estado bajo la ducha 1 hora. El agua se llevó toda la mala onda y ya mas tranqui pude descansar.
Dormimos muuuuucho y a la mañana siguiente, más tarde que temprano fui a buscar el desayuno al mercado. Caminando por las calles noté que había zonas re desoladas y en reparaciones. Me enteré que hacía relativamente poco, todo Ayacucho se había inundado llevandose casas y vidas a montones... entonces comprendí que había cosas peores que perder una billetera. pero que se le va a hacer, se aprende así, a los golpazos.
En la búsqueda de trabajo, dirección o quién sabe que, me comentaron que era temporada de cosecha de uvas y que debíamos dirigirnos hacia el departamento de Ica :)
Salimos al mediodía en busca de un camión que nos lleve en esa dirección y nadie nos quería llevar, ni contandoles la historia, ni diciendoles que en verdad no teníamos un mango, naaaada.
y se hizo de noche, todavía sin novedades... hasta que de repente nos pusimos a cambiar artesanías por comida. La gente de los puestos nos ofrecía comida pero también quería comprarnos. Asi poquito a poco, fuimos juntando dinero. La remató un chico que compró una pulsera de 20 soles! Y así finalmente llegamos a reunir lo necesario para que nos lleve un camión al que le re lloramos para que nos lleve por lo mínimo arriba de su carga: Sacos de chatarra.
-"Vamos hacia Ica"
-"Los puedo llevar hasta Chincha"
:) Que emoción... ese fue el comienzo de todo, todo lo mejor.
Nos esperaba no tanto Chincha, pero si Pisco.. mi querido Pisco.
Cambia La Pieeeel...
De como uno puede cumplir su sueño mientras crece y desarrolla muuuuuchos anticuerpos :B
domingo, 23 de septiembre de 2012
domingo, 16 de septiembre de 2012
Llegan los reyes!!
Después de trabajar tanto durante las fiestas teníamos unos ahorritos asi que no nos costó tanto viajar.
La idea era replantearnos nuestra forma de aventura y tener un pequeño respaldo económico como por si nos enfermabamos o algo. Esto surgió después de pasar año nuevo en cama (con problemas estomacales no muy románticos) y de enterarnos que todo lo que es salud hay que pagarlo, ya que no existen en Perú los hospitales públicos.
Desde Cuzco fuimos a Abancay. Alli pasamos la noche en la terminal y desde alli fuimos a Andahuaylas. En un pueblito cercano nos disponiamos a poner la carpa cuando nuevamente no nos dejaron dormir afuera. La familia de Lucila y Edmundo, nos invitó a su casa y nos hizo una rica cena.
Nos contaron que el pueblo estaba de fiesta toda la semana por la llegada de los reyes y decidimos quedarnos unos dias para poner el paño en la plaza de San Jerónimo, donde sería el centro de los festejos.
Lucila y Edmundo nos hospedaron 3 noches y nos trataron como a sus hijos. Cuando les contabamos de nuestras aventuras y de nuestros múltiples trabajos para hacer el viaje posible, a Edmundo se le llenaban los ojos de lágrimas, y con verdadero orgullo, como si en verdad fueramos sus hijos.
Para esta clase de amor no tengo palabras.
Celebrar el día de reyes era nuevo para nosotros, fue una agradable sorpresa de esta cultura nueva para nosotros, que siempre encuentran excusas para celebrar (y para tomar cerveza.... amigos peruanos, admiro sus hígados, ustedes beben que da calambres).
Hubo misas en la calle, misas en quechua, bandas de música, feria con puestitos sobre todo de comida, vendedores de unas galletitas riquisimas de maiz que se hacen solo para esas fechas, desfiles con bailarines, orquesta y muuuucho más.
Un dia nos colamos en una fiesta. Queriamos saber como era una celebración típica. Los anfitriones no se resistieron mucho y nos trataron muy bien.
Nos convidaron una rica "pollada" y cerveza. Despues, cuando intentamos servirnos solos, entendimos que cada familia se rtraia sus propios cajones de cerrveza y se sentaban alrededor a tomarla y teniamos que esperar que alguien nos invite. Cuestiones culturales :)
El dia central se hicieron mas juegos tipo feria, extraños para nosotros y yunzas mas grandes en un predio gigante.
Vendimos bastante bien todos esos días, incluyendo un día que fuimos a la plaza del reloj en el pueblo donde estabmos parando.
A la hora de seguir viaje ya teniamos unos 200 solcitos con los que podiamos ya movernos mas tranquilos. Aun asi pateamos y pateamos para conseguir elmejor precio de bus para nuestro siguiente destino: Ayacucho.
Pasamos unas cuantas horitas haciendo dedo pero la ruta estaba en reparación y no funcionó.
Finalmente decidimos tomar un bus pero desde la ruta, no desde la terminal, porque alli ya el dinero seria un extra para los choferes y podrian hacernos precio por ir parados.
Otra despedida de una nueva familia que no podriamos dejar atrás... y con "veremos si volvemos" el siguiente junio, cosa que nunca sucedio. El siguiente julio por vueltas extrañas dela vida estaríamos en Pisco, un lugar en un tiempo que no habiamos planeado, pero claro, al momento de dejar Andawaylas no teniamos ni idea de que esto pasaría...
Casi que no pasa el colectivo esa noche. Una familia nos invitó a pasar la noche en su casa, ( ya nos daba verguenza volver a lo de Edmundo), para salir al otro dia ya mas descanzados. Pero el bus pasó y nos subimos. Sin embargo el gesto no fue en vano, nos fuimos cargados con un poco más del buen amor de gente desconocida.
La idea era replantearnos nuestra forma de aventura y tener un pequeño respaldo económico como por si nos enfermabamos o algo. Esto surgió después de pasar año nuevo en cama (con problemas estomacales no muy románticos) y de enterarnos que todo lo que es salud hay que pagarlo, ya que no existen en Perú los hospitales públicos.
Desde Cuzco fuimos a Abancay. Alli pasamos la noche en la terminal y desde alli fuimos a Andahuaylas. En un pueblito cercano nos disponiamos a poner la carpa cuando nuevamente no nos dejaron dormir afuera. La familia de Lucila y Edmundo, nos invitó a su casa y nos hizo una rica cena.
Nos contaron que el pueblo estaba de fiesta toda la semana por la llegada de los reyes y decidimos quedarnos unos dias para poner el paño en la plaza de San Jerónimo, donde sería el centro de los festejos.
Lucila y Edmundo nos hospedaron 3 noches y nos trataron como a sus hijos. Cuando les contabamos de nuestras aventuras y de nuestros múltiples trabajos para hacer el viaje posible, a Edmundo se le llenaban los ojos de lágrimas, y con verdadero orgullo, como si en verdad fueramos sus hijos.
Para esta clase de amor no tengo palabras.
Celebrar el día de reyes era nuevo para nosotros, fue una agradable sorpresa de esta cultura nueva para nosotros, que siempre encuentran excusas para celebrar (y para tomar cerveza.... amigos peruanos, admiro sus hígados, ustedes beben que da calambres).
Hubo misas en la calle, misas en quechua, bandas de música, feria con puestitos sobre todo de comida, vendedores de unas galletitas riquisimas de maiz que se hacen solo para esas fechas, desfiles con bailarines, orquesta y muuuucho más.
Un dia nos colamos en una fiesta. Queriamos saber como era una celebración típica. Los anfitriones no se resistieron mucho y nos trataron muy bien.
Nos convidaron una rica "pollada" y cerveza. Despues, cuando intentamos servirnos solos, entendimos que cada familia se rtraia sus propios cajones de cerrveza y se sentaban alrededor a tomarla y teniamos que esperar que alguien nos invite. Cuestiones culturales :)
El dia central se hicieron mas juegos tipo feria, extraños para nosotros y yunzas mas grandes en un predio gigante.
Vendimos bastante bien todos esos días, incluyendo un día que fuimos a la plaza del reloj en el pueblo donde estabmos parando.
A la hora de seguir viaje ya teniamos unos 200 solcitos con los que podiamos ya movernos mas tranquilos. Aun asi pateamos y pateamos para conseguir elmejor precio de bus para nuestro siguiente destino: Ayacucho.
Pasamos unas cuantas horitas haciendo dedo pero la ruta estaba en reparación y no funcionó.
Finalmente decidimos tomar un bus pero desde la ruta, no desde la terminal, porque alli ya el dinero seria un extra para los choferes y podrian hacernos precio por ir parados.
Otra despedida de una nueva familia que no podriamos dejar atrás... y con "veremos si volvemos" el siguiente junio, cosa que nunca sucedio. El siguiente julio por vueltas extrañas dela vida estaríamos en Pisco, un lugar en un tiempo que no habiamos planeado, pero claro, al momento de dejar Andawaylas no teniamos ni idea de que esto pasaría...
Casi que no pasa el colectivo esa noche. Una familia nos invitó a pasar la noche en su casa, ( ya nos daba verguenza volver a lo de Edmundo), para salir al otro dia ya mas descanzados. Pero el bus pasó y nos subimos. Sin embargo el gesto no fue en vano, nos fuimos cargados con un poco más del buen amor de gente desconocida.
viernes, 23 de marzo de 2012
Navidad lejos de casa...
Incluso para ir al norte, hay que volver al sur, a Cuzco, al origen de todo, porque simplemente esa es la ruta. poético, no? Pero tambien es cierto, literalmente.
Entonces pasamos por los mismos lugares de antes, pero ahora con una tremenda victoria encima :)
Caminamos de vuelta los 40 kms por la via, llegamos a Ollantaytambo y de ahi volvimos a Calca, para pasar las fiestas con Reyner, como habíamos prometido.
Entonces pasamos dos semanas alli, (o algo así) en las que no solo pusimos el paño en la plaza de armas, si no que también fuimos a una cosecha de papa, yo trabajé lavando platos, pelando patos, cuy y gallinas en un restaurant, Mati trabajó en una construcción, en una pollería y se hizo amigo de todos los puestos del mercado barriendoles la vereda a cambio de un "apoyo".
Las dos familias que fueron nuestra familia durante esas fiestas, fueron, 1) la familia de Reyner y 2) Juana, su marido y sus dos hijas, la familia del restaurant donde yo trabajaba. Juana se comportó como una madre con nosotros y se preocupaba porque no nos falte nada, incluso el abrazo de la navidad que necesitabamos de mamá.
La plaza se vistió de luces de colores de muchas formas por las fiestas y de muuuuchos vendedores, entre los cuales estabamos nosotros y nuestro pañito, al pie del cañón. Antes que se hicieran las 12 fuimos a brindar a lo de Juana y a comer panetón. En seguida todos nos fuimos a dormir, ya que al otro día todo el mundo trabaja en Calca. Peeeeero... con chocolatada caliente en la zapán.
Año nuevo no fue tan feliz. Matías y yo lo pasamos en cama, con problemas del estómago no muy románticos que digamos, por la falta de costumbre de la comida peruana (mucho picante, mucho frito, muuuucha comida). Esta es una etapa por la que, al parecer, todos tenemos que pasar al entrar a Perú.
Peeeero nos las arreglamos. Reyner había desaparecido de la faz de la tierra sin avisar, pero su mama y su hermana todos los días nos insistían para que durmamos en su habitación para que no pasemos frio, entonces por suerte estabamos bastante cómodos, dentro de lo que los desarreglos estomacales permitian, mirando "El expreso polar" y mandando mensajitos a todas las personas del camino que nos ayudaron a llegar, diciendoles que gracias a ellos, habíamos entrado al Machu Picchu. Muchos se emocionaron y me mandaron mensajes hermosos. Quizas no me hubiese tomado ese tiempo si yo no hubiese estado tan aburrida en cama, asi que valió la pena.
El 6 de enero se nos vencía la tarjeta andina que decia que teniamos 30 dias para estar en el Perú asi que el 3 partimos para el norte nuevamente, dejando nuevos e importantísimos amigos en Calca que estoy segura que volveré a ver.
Todos los vendedores del mercado, al ver a Matías con el calzado bastante arruinado hicieron una "chanchita" (equivalente peruano de vaquita), y le compraron un par de zapatos.
Si, asi de hermosa es la gente en Calca.
Entonces pasamos por los mismos lugares de antes, pero ahora con una tremenda victoria encima :)
Caminamos de vuelta los 40 kms por la via, llegamos a Ollantaytambo y de ahi volvimos a Calca, para pasar las fiestas con Reyner, como habíamos prometido.
Entonces pasamos dos semanas alli, (o algo así) en las que no solo pusimos el paño en la plaza de armas, si no que también fuimos a una cosecha de papa, yo trabajé lavando platos, pelando patos, cuy y gallinas en un restaurant, Mati trabajó en una construcción, en una pollería y se hizo amigo de todos los puestos del mercado barriendoles la vereda a cambio de un "apoyo".
Las dos familias que fueron nuestra familia durante esas fiestas, fueron, 1) la familia de Reyner y 2) Juana, su marido y sus dos hijas, la familia del restaurant donde yo trabajaba. Juana se comportó como una madre con nosotros y se preocupaba porque no nos falte nada, incluso el abrazo de la navidad que necesitabamos de mamá.
La plaza se vistió de luces de colores de muchas formas por las fiestas y de muuuuchos vendedores, entre los cuales estabamos nosotros y nuestro pañito, al pie del cañón. Antes que se hicieran las 12 fuimos a brindar a lo de Juana y a comer panetón. En seguida todos nos fuimos a dormir, ya que al otro día todo el mundo trabaja en Calca. Peeeeero... con chocolatada caliente en la zapán.
Año nuevo no fue tan feliz. Matías y yo lo pasamos en cama, con problemas del estómago no muy románticos que digamos, por la falta de costumbre de la comida peruana (mucho picante, mucho frito, muuuucha comida). Esta es una etapa por la que, al parecer, todos tenemos que pasar al entrar a Perú.
Peeeero nos las arreglamos. Reyner había desaparecido de la faz de la tierra sin avisar, pero su mama y su hermana todos los días nos insistían para que durmamos en su habitación para que no pasemos frio, entonces por suerte estabamos bastante cómodos, dentro de lo que los desarreglos estomacales permitian, mirando "El expreso polar" y mandando mensajitos a todas las personas del camino que nos ayudaron a llegar, diciendoles que gracias a ellos, habíamos entrado al Machu Picchu. Muchos se emocionaron y me mandaron mensajes hermosos. Quizas no me hubiese tomado ese tiempo si yo no hubiese estado tan aburrida en cama, asi que valió la pena.
El 6 de enero se nos vencía la tarjeta andina que decia que teniamos 30 dias para estar en el Perú asi que el 3 partimos para el norte nuevamente, dejando nuevos e importantísimos amigos en Calca que estoy segura que volveré a ver.
Todos los vendedores del mercado, al ver a Matías con el calzado bastante arruinado hicieron una "chanchita" (equivalente peruano de vaquita), y le compraron un par de zapatos.
Si, asi de hermosa es la gente en Calca.
domingo, 4 de diciembre de 2011
MACHU PICCHU, Haciendo el sueño... REALIDAD!!
La Tierra, nuestra Pacha Mamma, no conoce de fronteras, cercos ni precios. Todo lo que hay en ella se hizo para que lo compartamos y entre los seres humanos sólo conoce una única raza: LA RAZA HUMANA.
A los únicos que les pedí permiso para entrar al hermoso Machu Picchu es a mis hermanos Incas, hermanos latinoamericanos, y lo dije en voz alta para que me escuchen, incluso 500 años después de haber vivido.
Al vivir la adrenalina más grande que viví en mi vida, subiendo cientos de escalones y cruzando la selva a las corridas no tenía más que una cosa en la mente: Llegar. Pero al ver la primera "piedra sobre piedra", recordé el porqué de todo ese esfuerzo.
El Machu picchu no entra en una foto, no se puede explicar con palabras la energía que se siente al estar allí.
Créase o no, después de tantas veces de escuchar esa canción, ese fue exactamente el momento en que la comprendí: "sweet dreams are made of this"... LOS DULCES SUEÑOS ESTÁN HECHOS DE ESTO... :)
El Machu Picchu fue elegido entre tantos otros lugares del mundo tan solo para empujar mis límites y probarme a mí misma que podía llegar lejos, a cualquier lado, a cualquier meta que me proponga con tan solo dos cosas: TIEMPO Y VOLUNTAD.
Un día estaba en casa, en Buenos Aires, sin sentirme parte de ella y su apresurado ritmo de vida y me preguntaba si se podía vivir de otra manera, sin plata, sin paranoia, sin tanto egoismo, sin desconfianza de la gente que me rodea. Decidí intentar vivir otras vidas. Solo tuve que salir de mi cómoda vida y mi cómoda casa para comprobar que sí se puede.
Tan solo un viaje te enseña que se puede pretender mucho más que sobrevivir, lo que hay que hacer es VIVIR.
Se puede dejar que otras personas se acerquen a vos, te enseñen, casi sin querer y que ya no seas la misma persona después de eso.
Llegar al Machu Picchu fue, no un punto final luego de una aventura, si no el comienzo de una nueva vida (que ahora me voy a tomar de otra manera), el primero de muchos sueños por cumplir.
ME DESPERTÉ. ACA ESTOY Y YA NO HAY QUIEN ME PARE.
Descubrí que puedo elegir entre ser mi propio obstáculo o mi forma de llegar, pero no hay excusas. Ni la enseñanza que te dieron tus padres, ni el lugar donde vivas, ni el ser muy viejo o muy joven, ni ser rico o ser pobre, ni tener hijos, ni tu pasado, ni siquiera tu salud o falta de ella. NO HAY EXCUSAS PARA NO SER FELÍZ. No lo leí en un libro, lo viví.
Ahora que sabés esto... ¿Que vas a hacer con tu vida?
El Machu picchu no entra en una foto, no se puede explicar con palabras la energía que se siente al estar allí.
Créase o no, después de tantas veces de escuchar esa canción, ese fue exactamente el momento en que la comprendí: "sweet dreams are made of this"... LOS DULCES SUEÑOS ESTÁN HECHOS DE ESTO... :)
El Machu Picchu fue elegido entre tantos otros lugares del mundo tan solo para empujar mis límites y probarme a mí misma que podía llegar lejos, a cualquier lado, a cualquier meta que me proponga con tan solo dos cosas: TIEMPO Y VOLUNTAD.
Un día estaba en casa, en Buenos Aires, sin sentirme parte de ella y su apresurado ritmo de vida y me preguntaba si se podía vivir de otra manera, sin plata, sin paranoia, sin tanto egoismo, sin desconfianza de la gente que me rodea. Decidí intentar vivir otras vidas. Solo tuve que salir de mi cómoda vida y mi cómoda casa para comprobar que sí se puede.
Tan solo un viaje te enseña que se puede pretender mucho más que sobrevivir, lo que hay que hacer es VIVIR.
Se puede dejar que otras personas se acerquen a vos, te enseñen, casi sin querer y que ya no seas la misma persona después de eso.
Llegar al Machu Picchu fue, no un punto final luego de una aventura, si no el comienzo de una nueva vida (que ahora me voy a tomar de otra manera), el primero de muchos sueños por cumplir.
ME DESPERTÉ. ACA ESTOY Y YA NO HAY QUIEN ME PARE.
Descubrí que puedo elegir entre ser mi propio obstáculo o mi forma de llegar, pero no hay excusas. Ni la enseñanza que te dieron tus padres, ni el lugar donde vivas, ni el ser muy viejo o muy joven, ni ser rico o ser pobre, ni tener hijos, ni tu pasado, ni siquiera tu salud o falta de ella. NO HAY EXCUSAS PARA NO SER FELÍZ. No lo leí en un libro, lo viví.
Ahora que sabés esto... ¿Que vas a hacer con tu vida?
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Primera "piedra sobre piedra" que topamos... |
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llegando... |
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LLEGANDO... |
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Y ACA ESTAMOS!!! :D |
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Volviendo por el mismo lugar por el que vinimos... pero ya un poco cambiados :) |
Momentos antes de cumplir un sueño :)
Aguas Calientes es un lugar bonito, turista-bonito. No hay mucho espacio para nosotros, como siempre, pero debo decir que a lo último ya habíamos encontrado nuestro espacio, al menos un poco.
Lo primero que hicimos fue sentarnos frente a un negocio de artesanías regionales en un gran macetero a hacer un ensalada de tomate y palta que tuvimos que dejar por la mitad por el asunto de la cáscara ácida del tomate raro ese.
Fuimos al camping, que estaba bastante lejos y para eso tuvimos que volver al lado del Vilcanota, que ya me daba náuseas ver a mi izquierda.
El camping estaba en el mismo camino a la entrada del Machu Picchu. Le lloramos a una mina muy dura, que nos baje de 15 soles a 13,40 que era todo lo que teníamos, para pasar una noche allí. Accedió a lo uuuuultimo.
Por supuesto lo segundo que hicimos despues de armar la carpa fue pegarnos un duchazo de agua fría, que a estas alturas (con semejante caminata de por medio) era un sueño hecho realidad.
Una vez bañaditos fuimos con las artesanías a ver si se podía tirar el paño. Apenas lo tiramos en la plaza de armas, una nena italiana vino y nos compró una pulsera de un sol, que se convirtió en nuestro único capital.
Acto seguido vino un cana y nos rajó.
Lo pusimos más lejos, nos rajaron de vuelta y así hasta que tuvimos que ponerlo en una de las calles principales a un lado de un restaurant con poca luz, y por suerte nos compraron una trenza. Justo antes de que venga un cana y nos raje... Lugar difícil, Aguas Calientes para los pibes.
Pero antes, nos encontramos a Pepe y a un personaje encapuchado llamado Ariel y nos contó un poco mejor su plan... Todavia no sabiamos lo que aquel personaje encapuchado significaría para nosotros, y la realización de nuestro sueño.
Con respecto a la comida, Aguas Calientes era un paraíso para nosotros, sobre todo para Mati, barril sin fondo, para quien buscar alimento se había vuelto un juego.
Resulta que este lugar está en el medio de la nada. Sólo hay una ruta para llegar y todo lo que llega, llega en tren. Por eso, y por la importancia del Machu Picchu a nivel internacional, todo está muy caro. Pero, por la misma razón, no hay ni perro a quién darle la comida que sobra.
Por supuesto fue Mati el que pisió comida en los restaurants a cambio de artesanías y cuando se dió cuenta de que si el no pedía lo botaban a la basura para que no vengan las ratas, pidió comida a cambio de nada.
Una vez estabamos con Pepe, Alix, Pablo y Ariel (todos viajeros) y comimos como 90 veces. "Qué querés comer?" me decía Mati. "y, la verdad estoy tentada de papas fritas con huevo frito". Se iba, volvía, traía eso y encima con arrocito. Teníamos algo que convidarle a los chicos y estabamos contentos.
Matías desaparecía a cada rato mientras nosotros caminabamos y volvía a aparecer con más y más platos de comida.
Ese día, los chicos iban a entrar a Machu Pichu. Lo hicieron.
Cuando volvieron y nos contaron todo nos dieron más fuerza para entrar. Pensamos que lo ibamos a hacer a la manera de ellos, pero nuestro viaje fue otro viaje, y tuvimos que adaptarnos a nuevas circunstancias e improvisar...
Lo primero que hicimos fue sentarnos frente a un negocio de artesanías regionales en un gran macetero a hacer un ensalada de tomate y palta que tuvimos que dejar por la mitad por el asunto de la cáscara ácida del tomate raro ese.
Fuimos al camping, que estaba bastante lejos y para eso tuvimos que volver al lado del Vilcanota, que ya me daba náuseas ver a mi izquierda.
El camping estaba en el mismo camino a la entrada del Machu Picchu. Le lloramos a una mina muy dura, que nos baje de 15 soles a 13,40 que era todo lo que teníamos, para pasar una noche allí. Accedió a lo uuuuultimo.
Por supuesto lo segundo que hicimos despues de armar la carpa fue pegarnos un duchazo de agua fría, que a estas alturas (con semejante caminata de por medio) era un sueño hecho realidad.
Una vez bañaditos fuimos con las artesanías a ver si se podía tirar el paño. Apenas lo tiramos en la plaza de armas, una nena italiana vino y nos compró una pulsera de un sol, que se convirtió en nuestro único capital.
Acto seguido vino un cana y nos rajó.
Lo pusimos más lejos, nos rajaron de vuelta y así hasta que tuvimos que ponerlo en una de las calles principales a un lado de un restaurant con poca luz, y por suerte nos compraron una trenza. Justo antes de que venga un cana y nos raje... Lugar difícil, Aguas Calientes para los pibes.
Pero antes, nos encontramos a Pepe y a un personaje encapuchado llamado Ariel y nos contó un poco mejor su plan... Todavia no sabiamos lo que aquel personaje encapuchado significaría para nosotros, y la realización de nuestro sueño.
Con respecto a la comida, Aguas Calientes era un paraíso para nosotros, sobre todo para Mati, barril sin fondo, para quien buscar alimento se había vuelto un juego.
Resulta que este lugar está en el medio de la nada. Sólo hay una ruta para llegar y todo lo que llega, llega en tren. Por eso, y por la importancia del Machu Picchu a nivel internacional, todo está muy caro. Pero, por la misma razón, no hay ni perro a quién darle la comida que sobra.
Por supuesto fue Mati el que pisió comida en los restaurants a cambio de artesanías y cuando se dió cuenta de que si el no pedía lo botaban a la basura para que no vengan las ratas, pidió comida a cambio de nada.
Una vez estabamos con Pepe, Alix, Pablo y Ariel (todos viajeros) y comimos como 90 veces. "Qué querés comer?" me decía Mati. "y, la verdad estoy tentada de papas fritas con huevo frito". Se iba, volvía, traía eso y encima con arrocito. Teníamos algo que convidarle a los chicos y estabamos contentos.
Matías desaparecía a cada rato mientras nosotros caminabamos y volvía a aparecer con más y más platos de comida.
Ese día, los chicos iban a entrar a Machu Pichu. Lo hicieron.
Cuando volvieron y nos contaron todo nos dieron más fuerza para entrar. Pensamos que lo ibamos a hacer a la manera de ellos, pero nuestro viaje fue otro viaje, y tuvimos que adaptarnos a nuevas circunstancias e improvisar...
No teníamos mucha plata, pero Matías dijo: "En una película llamada , el día antes de ir a la guerra el capitán les repartía café y cigarrillos y tenían una buena comida. Antes de eso escaseaban y se los escatimaban, pero no el dia anterior a una batalla... asi que pienso que tenemos que comprar una gran barra de chocolate"
Me parecieron las palabras justas para antes de la batalla, nuestra batalla, pero la verdad soy mujer, con decirme "che, negra, nos compramos los únicos 7 soles que tenemos en chocolate" era más que suficiente.
Aunque todavía faltaba mucho para ÉL momento, ya caminar en esa dirección hacía que mi corazón se saliera de mi pecho.
Esperando en una plazoletita al lado del Vilcanota, Ariel prendió su cámara y nos filmó. Primero a él: "Hola, estamos aca con Matías y Celeste a punto de hacer algo importante, contanos Celeste"
"Holaaaa, soy Celeste y estoy a punto de cumplir mi sueño de entrar al Machu Picchu" No recuerdo si Mati dijo algo. A este punto se me revolvía todo. No podía pensar mucho. Podía sentir todo.
Entonces, comenzamos a acercarnos...
Todavía era temprano y yo por mi parte necesitaba desacelerar el corazón un poco, asi que bajamos como pudimos al ladito del río, donde su fuerza se sentía más que nunca, pero también de alguna manera hallamos la paz que necesitabamos para seguir adelante con nuestra meta.
Nos tendimos sobre una rocs plana gigante y dormitamos. Las ramas que estaban arriba mío tenían una forma extraña. Quería dibujarlas. Eran hermosas con las estrellas de fondo. En realidad queria recordar ese momento para siempre. Justo ese momento en el que había llegado más lejos que nunca, lo cual sentía ya como un triúnfo.
El momento antes de cumplir un sueño, el momento antes de entrar al Machu Picchu. No podía creer estar ahí al fin. Me imaginaba lo orgullosos que estarían de mi mi familia y mis amigos, sólo por haber llegado hasta la puerta. Pensé en todo lo que habíamos pasado para llegar hasta ahí. Recordé el momento en el que dije "che, y si vamos al Machu Picchu?", un año y pico atrás. Me vi de nena, cuando soñaba con viajar. y lo sentía tan lejano.
Fue un momento realmente muy fuerte. Entendí porqué la vida nos puso justo en esa piedra por ese rato antes del gran momento.
Después de una horita, decidimos que ya había llegado el momento...
Nuestro propio camino del Inca
Calca es un lugar muy poco conocido por el turismo, sin embargo tiene una belleza increíble y muchos secretos.
Hay muchas ruinas en casi todas sus montañas, entre ellas, las ruinas de Hochoycozco, desde las cuales hay un camino inca que llega hasta Saqsawaman, en Cuzco. Me la debo!! Tambíen hay aguas termales, las piedras de la leyenda, un paisaje increíble y lo más bello de todo, por supuesto, su gente.
Pasamos por ahi con la idea de volver y pasar alli, nuestra primera navidad y año nuevo lejos de casa.
Al toque nos fuimos a Urumbamba y de alli a Ollantaytambo, desde donde comenzaría la gran caminata por la vía hasta Aguas Calientes.
No entramos a las ruinas ollantaitambezcas pero fuimos enfrente a Puncuilluna, (o algo asi) que eran otras ruinas de depósitos de granos y desde donde se veia Ollantaytambo en todo su esplendor (tambien pispeamos como entrar, pa la próxima)
En Ollanta esta todo bien para poner el paño al lado de la feria que esta a la entrada de las ruinas, quizas en el piso pero también en alguno de los puestos si los feriantes no fueron. También esta todo bien para poner la carpa en la plaza de Toros, donde se hace una celebración cada año que consiste en atar un cóndor al lomo de un toro y ver como se hacen mierda mutuamente. Que liiiindo!!!
El Condor picotea al toro y el toro salta para todos lados tratando inutilmente de sacarse al condor del lomo. Segun quien "gane", el año va a venir con buenas o malas cosechas. Si gana el Cóndor es muy buen augurio (asi cualquieeeera), pero si el Condor muere... pinta el bajón.
Por supuesto nosotros dormimos ahi cuando ni el cóndor, ni el toro, ni la gente estaba ahi, si no linda ensalada de hippis hubiesemos resultado :P.
Al día siguiente salimos del kilometro 68 de la vía del tren y comenzamos nuestro propio camino del Inca, hacia el Machu Pichu.
Teníamos 13 soles con 40 céntimos. No teníamos ni idea de cómo ibamos a hacer para entrar a la ciudad Inca, pero sabíamos que ibamos a entrar.
Casi no tengo palabras para describir el maravilloso camino que recorrimos por las vias. Tienen que verlo. Casi siento lástima por los que hacen ese camino en 3 horas arriba del tren (lo que nosotros hicimos en 14). Es demasiado rápido para disfrutar tan bello paisaje. Además, no llegan a valorarlo como es debido. En todo el camino se encuentran en el suelo, papeles, sobrecitos vacíos de azucar, botellas de plástico y vasitos con el rótulo del tren. Basura que tiran por la ventana los malcriadísimos turistas y contrasta con tanta hermosura.
Nosotros, en cambio, vivimos y padecimos el camino, pasito por pasito.
Casi siempre tenés la vía adelante, la montaña a tu derecha y el rio Vilcanota a la izquierda. El Vilcanota, para que se den una idea, es el rio que crece durante las lluvias y se lleva casas enteras, cosechas y gente. Tiene una fuerza increible y su murmullo (murmullazo) es la música que nos acompañó los siguientes 40 y pico kms.
La vegetación es muy variada y preciosa, ya selvática. Todos los tonos de verde los conocí en ese caminito.
Llevamos nuestras pesadas mochilas, pero a los 4 kms de haber empezado dejamos más de la mitad en la casa de Dora, una buena señora que literalmente nos sacó un peso de encima!!
Encontramos de todo para comer: Siscilianos (verdura verde y grandota, RARA, buena para ensaladas), ´, choclos, tomates ácidos, paltas que nos regaló una señora y moras silvestres. Además habíamos llevado paquetes de arroz y fideos y algunas frutas y verduras, porque en el camino no hay almacenes, viste?
A veces hay puentes, a veces túneles y a veces túneles dobles, por los que su amiga Celes tuvo que correr para que no la agarre el tren. (muuuuy lindo y de mucha risa ahora que es anécdota, pero en el momento te la regalo) Muy recomendable esperar, el tiempo que sea necesario, a que venga el tren y después pasar. Los trenes pasan cada 20 o 30 mins, quizas una hora. Por lo cual despues de meses todavía me quedaba retumbando en la cabeza la bocina del tren, hasta soñaba con ese ruido. Esa fue la parte no tan amable.
Había varias ruinas en el camino, que pudimos recorrer desde adentro, y sacar fotitos.
Nos recorrimos los 40 y pico de kilometros con las ojotas hechas de llanta de camión, por lo cual se nos metían piedritas constantemente entre el pie y la suela, pero llegar, llegamos. Aunque no fue fácil andar así, pero perder la paciencia sí era fácil. Mati y yo nos peleabamos todo el tiempo.
Todavía me llegaba señal al celular. Mamá me llamó en el medio del camino y me mandaba mensajes cada vez que podía para acompañarme en mi aventura. Pero a lo último ni paciencia para mi mamá había. Me exigió que le responda un mensaje de texto o no se que lo cual es comprensible si uno lo ve desde sus ojos. Pero yo estaba cansada y no tenía ganas de contestar nada, menos sabiendo que si miraba otra cosa que no fuera mis pies y donde se apoyaban, me iba a tropezar por vez número 2.754.955. Le contesté finalmente, pero algo tipo "no me rompas las pelotas" me contestó algo tipo "asi no se le habla a tu madre" y le escribi para pedirle perdón pero justo me quedé sin crédito.
Estabamos en la recta final y el cansancio, las mochilas y la ansiedad pesaban más que nunca.
Un tren paró adelante nuestro. Cuando avanzó, descubrió el pueblo de Aguas Calientes para nosotros. Justo a tiempo para evitar que Matías y yo nos agarremos de los pelos.
Hay muchas ruinas en casi todas sus montañas, entre ellas, las ruinas de Hochoycozco, desde las cuales hay un camino inca que llega hasta Saqsawaman, en Cuzco. Me la debo!! Tambíen hay aguas termales, las piedras de la leyenda, un paisaje increíble y lo más bello de todo, por supuesto, su gente.
Pasamos por ahi con la idea de volver y pasar alli, nuestra primera navidad y año nuevo lejos de casa.
Al toque nos fuimos a Urumbamba y de alli a Ollantaytambo, desde donde comenzaría la gran caminata por la vía hasta Aguas Calientes.
No entramos a las ruinas ollantaitambezcas pero fuimos enfrente a Puncuilluna, (o algo asi) que eran otras ruinas de depósitos de granos y desde donde se veia Ollantaytambo en todo su esplendor (tambien pispeamos como entrar, pa la próxima)
En Ollanta esta todo bien para poner el paño al lado de la feria que esta a la entrada de las ruinas, quizas en el piso pero también en alguno de los puestos si los feriantes no fueron. También esta todo bien para poner la carpa en la plaza de Toros, donde se hace una celebración cada año que consiste en atar un cóndor al lomo de un toro y ver como se hacen mierda mutuamente. Que liiiindo!!!
El Condor picotea al toro y el toro salta para todos lados tratando inutilmente de sacarse al condor del lomo. Segun quien "gane", el año va a venir con buenas o malas cosechas. Si gana el Cóndor es muy buen augurio (asi cualquieeeera), pero si el Condor muere... pinta el bajón.
Por supuesto nosotros dormimos ahi cuando ni el cóndor, ni el toro, ni la gente estaba ahi, si no linda ensalada de hippis hubiesemos resultado :P.
Al día siguiente salimos del kilometro 68 de la vía del tren y comenzamos nuestro propio camino del Inca, hacia el Machu Pichu.
Teníamos 13 soles con 40 céntimos. No teníamos ni idea de cómo ibamos a hacer para entrar a la ciudad Inca, pero sabíamos que ibamos a entrar.
Casi no tengo palabras para describir el maravilloso camino que recorrimos por las vias. Tienen que verlo. Casi siento lástima por los que hacen ese camino en 3 horas arriba del tren (lo que nosotros hicimos en 14). Es demasiado rápido para disfrutar tan bello paisaje. Además, no llegan a valorarlo como es debido. En todo el camino se encuentran en el suelo, papeles, sobrecitos vacíos de azucar, botellas de plástico y vasitos con el rótulo del tren. Basura que tiran por la ventana los malcriadísimos turistas y contrasta con tanta hermosura.
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Asi se veía el camino, desde que pusimos los pies por primera vez en las vías. |
Casi siempre tenés la vía adelante, la montaña a tu derecha y el rio Vilcanota a la izquierda. El Vilcanota, para que se den una idea, es el rio que crece durante las lluvias y se lleva casas enteras, cosechas y gente. Tiene una fuerza increible y su murmullo (murmullazo) es la música que nos acompañó los siguientes 40 y pico kms.
La vegetación es muy variada y preciosa, ya selvática. Todos los tonos de verde los conocí en ese caminito.
Llevamos nuestras pesadas mochilas, pero a los 4 kms de haber empezado dejamos más de la mitad en la casa de Dora, una buena señora que literalmente nos sacó un peso de encima!!
Encontramos de todo para comer: Siscilianos (verdura verde y grandota, RARA, buena para ensaladas), ´, choclos, tomates ácidos, paltas que nos regaló una señora y moras silvestres. Además habíamos llevado paquetes de arroz y fideos y algunas frutas y verduras, porque en el camino no hay almacenes, viste?
A veces hay puentes, a veces túneles y a veces túneles dobles, por los que su amiga Celes tuvo que correr para que no la agarre el tren. (muuuuy lindo y de mucha risa ahora que es anécdota, pero en el momento te la regalo) Muy recomendable esperar, el tiempo que sea necesario, a que venga el tren y después pasar. Los trenes pasan cada 20 o 30 mins, quizas una hora. Por lo cual despues de meses todavía me quedaba retumbando en la cabeza la bocina del tren, hasta soñaba con ese ruido. Esa fue la parte no tan amable.
Había varias ruinas en el camino, que pudimos recorrer desde adentro, y sacar fotitos.
Nos recorrimos los 40 y pico de kilometros con las ojotas hechas de llanta de camión, por lo cual se nos metían piedritas constantemente entre el pie y la suela, pero llegar, llegamos. Aunque no fue fácil andar así, pero perder la paciencia sí era fácil. Mati y yo nos peleabamos todo el tiempo.
Todavía me llegaba señal al celular. Mamá me llamó en el medio del camino y me mandaba mensajes cada vez que podía para acompañarme en mi aventura. Pero a lo último ni paciencia para mi mamá había. Me exigió que le responda un mensaje de texto o no se que lo cual es comprensible si uno lo ve desde sus ojos. Pero yo estaba cansada y no tenía ganas de contestar nada, menos sabiendo que si miraba otra cosa que no fuera mis pies y donde se apoyaban, me iba a tropezar por vez número 2.754.955. Le contesté finalmente, pero algo tipo "no me rompas las pelotas" me contestó algo tipo "asi no se le habla a tu madre" y le escribi para pedirle perdón pero justo me quedé sin crédito.
Estabamos en la recta final y el cansancio, las mochilas y la ansiedad pesaban más que nunca.
Un tren paró adelante nuestro. Cuando avanzó, descubrió el pueblo de Aguas Calientes para nosotros. Justo a tiempo para evitar que Matías y yo nos agarremos de los pelos.
La Leyenda de Unu Urco
"Hace mucho tiempo, a media legua de Calca, en el ayllu real de Urko, vivía el poderoso, valiente e inteligente Inka Urko, junto con su esposa y sus dos bellas hijas. En esos tiempos, las tierras de Urko fueron azotadas por una gran sequía y la falta de agua hacía peligrar los cultivos y la vida de todo el pueblo.
Entonces, el gran Inka Urko llamó a los hombres más aguerridos de la zona diciéndoles que aquel que hiciera llegar agua a Urko tendría, a cambio, la mano de su hija Paukar Illa, quien tenía un romance secreto con el valeroso guerrero Uska Paukar.
Al llamado del gran Inka Urko, se presentaron Atoq Takuri, Rumi Maki y, por supuesto, Uska Paukar, con el propósito de ganar la mano de la bella Paukar Illa.
Los tres iniciaron la competencias, cada uno con sus hombres construyeron acueductos. Uno traía el agua desde Huaman Choque, el otro del río Qochoq y el último desde la laguna de Qan Qan, siendo el ganador Rumi Maki.
Inka Urko, al ver cumplido el reto y teniendo agua para sus cultivos y hombres, cumplió con su palabra entregando a su hija en matrimonio a Rumi Maki.
Uska Paukar, no contento con el resultado, enfrenta en una batalla a Rumi Maki, y también es derrotado.
Entonces, mientras se celebraba el matrimonio de Rumi Maki y Paukar Illa, Uska Paukar se aproxima al lugar de la ceremonia y en un descuido huye con su amada hacia la montaña de Pitusiray. Muy molesto Rumi Maki, echa una maldición contra ellos y en lo alto de la montaña Paukar Illa y Uska Paukar se convierten en piedra para siempre...
Hasta hoy en Urko existen los tres acueductos construidos por estos valerosos hombres y en lo alto de la montaña de Pitusiray, están los dos grandes monolitos de Paukar Illa y Uska Paukar."
De mitos y leyendas del Perú
http://www.yunkawasiperu.org/uploads/8/3/7/7/8377762/mitos_y_leyendas_agua.pdf
Mas fotos de Unu Urco y la representación del mito
http://decisivomomento.blogspot.com/2007/10/unu-urco.html
Entonces, el gran Inka Urko llamó a los hombres más aguerridos de la zona diciéndoles que aquel que hiciera llegar agua a Urko tendría, a cambio, la mano de su hija Paukar Illa, quien tenía un romance secreto con el valeroso guerrero Uska Paukar.
Al llamado del gran Inka Urko, se presentaron Atoq Takuri, Rumi Maki y, por supuesto, Uska Paukar, con el propósito de ganar la mano de la bella Paukar Illa.
Los tres iniciaron la competencias, cada uno con sus hombres construyeron acueductos. Uno traía el agua desde Huaman Choque, el otro del río Qochoq y el último desde la laguna de Qan Qan, siendo el ganador Rumi Maki.
Inka Urko, al ver cumplido el reto y teniendo agua para sus cultivos y hombres, cumplió con su palabra entregando a su hija en matrimonio a Rumi Maki.
Uska Paukar, no contento con el resultado, enfrenta en una batalla a Rumi Maki, y también es derrotado.
Entonces, mientras se celebraba el matrimonio de Rumi Maki y Paukar Illa, Uska Paukar se aproxima al lugar de la ceremonia y en un descuido huye con su amada hacia la montaña de Pitusiray. Muy molesto Rumi Maki, echa una maldición contra ellos y en lo alto de la montaña Paukar Illa y Uska Paukar se convierten en piedra para siempre...
Hasta hoy en Urko existen los tres acueductos construidos por estos valerosos hombres y en lo alto de la montaña de Pitusiray, están los dos grandes monolitos de Paukar Illa y Uska Paukar."
De mitos y leyendas del Perú
http://www.yunkawasiperu.org/uploads/8/3/7/7/8377762/mitos_y_leyendas_agua.pdf
Mas fotos de Unu Urco y la representación del mito
http://decisivomomento.blogspot.com/2007/10/unu-urco.html
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