De como uno puede cumplir su sueño mientras crece y desarrolla muuuuuchos anticuerpos :B
lunes, 8 de noviembre de 2010
A caminar se ha dicho...
Como veníamos de muy mala racha con el dedo decidimos caminar hasta el próximo cruce, que era el de un pueblito llamado Leoni. La ruta era realmente hermosa y tenía la particularidad de zigzaguear como una serpiente.
Al llegar a Leoni pudimos cambiar unas tobilleras por dulce de leche y pan a una almacenera que tenía dos hijas. El mejor final para el ayuno :) Después (y como todo el día) continuamos caminando. El Sol estaba muy fuerte, pero cada tanto una nube copada nos acompañaba unos metros y nos daba sombrita. En un punto paramos en una comunidad de aborígenes murungatos y me metí a pedir algo de agua, pero no hablaban español. Les pedí como pude agua y me dieron una botella con hielo. Me dieron ganas de pedirles una bici a ver si me daban una moto o algo así, pero Celes estaba esperándome en la ruta.
Así seguimos caminando hasta que nos dimos cuenta de que se nos estaba viniendo la noche encima, entonces intentamos hacer dedo otra vez. Un señor nos levantó, pero iba a 2 km más adelante nada más ¬¬
Pero eso fue muy bueno, porque llegamos Capioví. Una ciudad donde hay un salto (El Salto Capioví :B) donde tambien te dejaban acampar gratis por estar fuera de temporada. Pasamos la noche ahí. Pero antes de ir a acostarnos nos sentamos a mirar el salto y tomar unos mates :) Miramos el mapa para ver cuanto habíamos hecho en esas laaaaaaaaaaaaaaaaargas horas de caminata: 16 km. Deshechamos la idea de llegar a Iguazú a pie.
La verdad nos encantaría poder mostrar este tramito en fotos pero ahí se nos acabó la batería y no pasábamos suficiente tiempo en un lugar como para cargarla.
Pero la cosa siguió así:
Al otro día hicimos dedo en la salida de Capioví, todavía nos faltaban 120km apróximadamente para llegar a Iguazú. Un hombre en una camioneta que venía a full nos vio que hacíamos dedo y frenó como 50 metros más adelante. Lo tuvimos que correr con las super mochilas, pero las risas y sonrisas no se nos borraban de la cara. Él iba a Puerto Rico, a sólo 12 km de ahí. Fue cortito viajar en la caja de esa camioneta pero me gustaba el efecto de ir para adelante mirando hacia atrás, parece que el horizonte se te tira encima. Si alguna vez lo pueden probar, fíjense.
En Puerto Rico vendimos unas pulseras, almorzamos y decidimos hacer lo que quedaba del viaje a Iguazú en micro. Era viernes y pensábamos que íbamos a trabajar muy bien en el finde si estábamos allá. En ese trayecto en el omnibus nos dimos cuenta lo poco que se aprecia todo desde esa pecera con ruedas. Veníamos de hacer 16km en 10 horas, sintiendo el Sol, el aire, comimos mandarinas de los árboles, conocimos gente y ahora hicimos 100km en 3 horas. De todos modos con nuestro don en desarrollo de ver lo positivo de todo, nos tomamos 14 vasitos de café del micro.
Iguazú fue otro capítulo, uno de terror, emoción, suspenso y mermelada. Que vamos a mostrar más adelante :)
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3 comentarios:
tu vision era lo que le faltaba a este blog, me re hiciste cagar de la risa x)
me escuchas no? puque toy en el mismo ciber que vos :B
Púrpura...?
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