Apenas nos disponiamos a bajar las mochilas en el último de los "mas adelantes" cuando paró un auto.
Joya! Pensé. Matías pensó lo mismo y ya estaba chocho entrando al auto. Yo me disponia a entrar adelante pero algo me dejó helada y me quede parada en la puerta con Matias mirandome como diciendo "que esperás para entrar?" El tipo tenia un arma en el asiento del acompañante. Creo que se dio cuenta de mi cara de poker porque levantando el revolver para ponerlo en otro lado dijo "no te asustes, soy policía".
En otros momentos esto me hubiese asustado más, pero ahi me dolia bastante la espalda de llevar la mochila y dije "que demonios!" y entré.
El tipo resultó ser todo un conocedor de Tucumán. Este cana fue el mejor guía turístico que pudimos tener. Era un tipo serio y respetuoso de la naturaleza, orgulloso de su provincia.
Iba a llevarnos hasta Ascheral, pueblo donde nació nada menos que Atahualpa Yupanqui, ese tipo con quien mi padre me atormentó varios domingos de mi existencia y cuyas canciones sólo supe entender cuando crecí.
Antes pasamos por Famaillá. Este lugar no tiene ni un escrito ni un monumento a Atahualpa ni nada... estan enojados porque el payador escribió sobre cada lugar de Tucumán, menos sobre ese.
Campos de Ascheral
se le enredan en el alma ,
Ay ay a don Ata...
Esto fue una decepción. Podemos decir que estuvimos en esta parte de la cancion pero ningun campo se nos enredo en el alma salvo para estrujarla. Por la quema de la cepa, la base de la caña de azucar, después de cosecharla, los campos eran negros y sin vida. El oficial nos mostraba los pocos campos que hacian bien su trabajo y quitaban las cepas una por una , apilandolas y enredandolas todas juntas. Esto seria luego comida para el ganado.
Quedamos en Ascheral, un lugar super sencillo donde no me hubiese molestado poner la carpa y pasar la noche, sobre todo porque ahi habia nacido Atahualpa y me recordaba a mi papá, (Edipo mode: ON).
Pero la vida tenía otros planes para nosotros: haciendo un poquito más de dedo un colectivo con cansados pero solidarios trabajadores nos llevó hasta Santa Lucía.
Alli quisimos hacer mas dedo pero solo encontramos a Rosa, una señora con una bicicleta color rosa que nos invitó a su casa rosa si se nos hacia de noche haciendo dedo.
Como ya eran las 18 hs y se estaba por hacer de noche, decidimos ir.
Rosa y su marido, Robles (ella insiste en llamrlo por el apellido) tienen una chacra hermosa. Viven con un paraguayo y una santiagueña a quienes alojan desde unos meses.
Enseguida que nos sentamos nos convidaron mates dulcísimos y pan y compartimos historias.
La de Rosa por partes es un poco triste pero tiene final felíz. Conoció a Robles de chica y siempre se gustaron pero la vida los llevó a casarse con otras personas . Rosa habia ido a vivir a Buenos Aires pero su hija sufrió un accidente y tuvo que volver a Santa Lucia a verla minutos antes de que muera. Su deseo fue que cuide a sus nietos, pero ahora como sus hijos y Rosa aceptó. Solo entonces pudo reencontrarse con Robles y ya los dos separados, asi que pudieron rehacer su vida juntos. La vida da unas vueltas de raras para llevarte a donde tenes que estar...
![]() |
El mimo de Capusotto que no recuerdo como se llama, interpretado por un Mati en un mercado bonito |
![]() |
Rosa, Rosa la maravillosa, con su bici rosa, con su casa rosa como me condena a la dulce pena de sufriiiiiiir!!! |
![]() |
Si no te sacaste una foto aca no pasaste por Tafi del Valle....ponele |
![]() |
Señor Cardón!!! |
Los dos jovenes que alojan también tienen toda una historia. Rosa me decia que "los trataron muy mal" y no paraba de repetirlo. La santiagueña, Reyna, tiene un hijo pero no se lo dejaban ver. Es que habia tenido una enfermedad muy grave y su abuela lo estaba cuidando. La mismisima madre de Reyna no le dejaba ver a su propio hijo. Reyna pasó de hospital en hospital y le diagnosticaron desde apendicitis, gastroenteritis, hasta cancer en el cerebro, pero "no estaban seguros". Cansada de los médicos y los hospitales, Reyna fue con un curandero que no le cobró nada y la curó. Desde entonces vende tablitas de madera talladas a mano y está ahorrando para que le dejen tener a su hijo de vuelta. Espero que ahora esten juntos. Ella me hablo de muchas cosas, pero sólo quebraba la voz cuando hablaba de su "changuito".
Ese dia descubrí de que esta gente nos ayuda a nosotros pero a la vez nosotros los ayudamos a ellos. Preocupada por no poder darles dinero o por no estar molestándoles no me di cuenta de que en realidad las personas necesitamos cosas más simples que eso. Se trata de un intercambio: nosotros necesitabamos dónde dormir y ellos necesitaban simplemente alguien con quien hablar.
Despues de haber hecho otra mamá del camino, nos despedimos y fuimos a un cruce a esperar que alguien nos lleve a Tafí.
Paró un tipo d e unos 30 y pico, Martín. Muy copado y abierto. Habiendole ya contado sobre nuestro viaje (que es lo que la mayoria quiere apenas subimos a un auto) se nos ocurre preguntarle de que trabaja, "se van a sorprender" nos dice "soy cura" chaaaaaaaaaaaaaaaan!!! nunca pensé que un cura me iba a caer tan bien. En realidad era un cura bastante canchero, y creo que esto se debe un poco a que vivio otras cosas antes. Solo era cura desde hace 5 años. De la biblia hablo muy poco, utilizó pasajes bellisimos que describian muy bien la situación que estabamos viviendo, más bien habló de amor. Yo le conté que creo en Dios, pero que para mi éste no es un señor barbudo que me apunta con el dedo, si no, la naturaleza que me rodea. Como no creer en Dios! Sin embargo, no creo en las iglesias.
"Yo siempre digo en mis misas" Dijo Martín "Si uno como cura está casado con Dios la iglesia vendría a ser como la suegra" :D
En el camino empezó Tucumán para mi. Las montañas, los pueblitos, la música de fondo acompañando todo eso...
Tafí no fue como lo esperamos. Era un lugar demasiado preparado para el turismo y nada preparado para el humano regular, por lo que nos costó todo bastante. Claro que los paisajes eran bellos, pero los lugareños no nos dieron mucho lugar, salvo por algunos que nos ayudaron mucho, como la italiana que nos dijo donde poner el paño y la gente que nos cambio artesanias por comida.
Pasamos dos noches en el camping municipal y sólo pagamos una gracias a la comprensión del dueño.
Hubiesemos puesto la carpa en cualquier lado pero realmente queriamos una ducha de agua caliente y sí que la aprovechamos en el camping.
Lo que sí fue especial de Tafí es que pudimos tocar la vida de dos personas que lo necesitaban. En Tafí del Valle conocimos a Leo y a Amparo, dos viajeros como nosotros pero en un auto complicado, un Dacia.
Estaban varados en Tafi hacia 10 dias por problemas con el auto, pero de no ser asi, no los hubiesemos conocido.
Leo es masajista y esto lo ayuda a solventar el viaje. Ofrece sus masajes cada vez que puede. Amparo era vestuarista y trabajaba para un conocidisimo programa de tlevisión. Gracias a La Ley de Medios esta haciendo este viaje. Gracias, Ley de Medios!!
No se imaginan todas las cosas que vivimos con estos chicos, ya les contaremos. Pero hablando del principio, por esos dias Amparo estaba bastante bajoneada porque las cosas no se daban segun sus planes, entonces con Mati nos parecio que les vendría bien que les prestemos nuestro libro, el libro que me dio mi papá cuando le dije que ibamos a comenzar este viaje: "Atrapa tu sueño" de Candelaria y Herman Zapp. Es la historia real de unos viajeros que llegaron a Alaska desde Argentina en un auto de 1928, con todas las complicaciones y las alegrias que eso significa.
Ese dia Amparo y Leo hojearon el libro y su viaje cambio positivamente gracias a él.
Esto nos puso muy contentos. Al fin ayudamos a otros viajeros como tantas veces nos habian ayudado a nosotros otras personas.
Nos fuimos de Tafí con el corazón llenito y con la promesa de volver a ver a Amparo y a Leo otra vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario