domingo, 4 de diciembre de 2011

MACHU PICCHU, Haciendo el sueño... REALIDAD!!

La Tierra, nuestra Pacha Mamma, no conoce de fronteras, cercos ni precios. Todo lo que hay en ella se hizo para que lo compartamos y entre los seres humanos sólo conoce una única raza: LA RAZA HUMANA.
 A los únicos que les pedí permiso para entrar al hermoso Machu Picchu es a mis hermanos Incas, hermanos latinoamericanos, y lo dije en voz alta para que me escuchen, incluso 500 años después de haber vivido.
Al vivir la adrenalina más grande que viví en mi vida, subiendo cientos de escalones y cruzando la selva a las corridas no tenía más que una cosa en la mente: Llegar. Pero al ver la primera "piedra sobre piedra", recordé el porqué de todo ese esfuerzo.
El Machu picchu no entra en una foto, no se puede explicar con palabras la energía que se siente al estar allí.
Créase o no, después de tantas veces de escuchar esa canción, ese fue exactamente el momento en que la comprendí: "sweet dreams are made of this"... LOS DULCES SUEÑOS ESTÁN HECHOS DE ESTO... :)
El Machu Picchu fue elegido entre tantos otros lugares del mundo tan solo para empujar mis límites y probarme a mí misma que podía llegar lejos, a cualquier lado, a cualquier meta que me proponga con tan solo dos cosas: TIEMPO Y VOLUNTAD.
Un día estaba en casa, en Buenos Aires, sin sentirme parte de ella y su apresurado ritmo de vida y me preguntaba si se podía vivir de otra manera, sin plata, sin paranoia, sin tanto egoismo, sin desconfianza de la gente que me rodea. Decidí intentar vivir otras vidas. Solo tuve que salir de mi cómoda vida y mi cómoda casa para comprobar que sí se puede.
Tan solo un viaje te enseña que se puede pretender mucho más que sobrevivir, lo que hay que hacer es VIVIR.
Se puede dejar que otras personas se acerquen a vos, te enseñen, casi sin querer y que ya no seas la misma persona después de eso.
Llegar al Machu Picchu fue, no un punto final luego de una aventura, si no el comienzo de una nueva vida (que ahora me voy a tomar de otra manera), el primero de muchos sueños por cumplir.
ME DESPERTÉ. ACA ESTOY Y YA NO HAY QUIEN ME PARE.
Descubrí que puedo elegir entre ser mi propio obstáculo o mi forma de llegar, pero no hay excusas. Ni la enseñanza que te dieron tus padres, ni el lugar donde vivas, ni el ser muy viejo o muy joven, ni ser rico o ser pobre, ni tener hijos, ni tu pasado, ni siquiera tu salud o falta de ella. NO HAY EXCUSAS PARA NO SER FELÍZ. No lo leí en un libro, lo viví.
Ahora que sabés esto... ¿Que vas a hacer con tu vida?

Primera "piedra sobre piedra" que topamos...

llegando...

LLEGANDO...


Y ACA ESTAMOS!!! :D










Volviendo por el mismo lugar por el que vinimos... pero ya un poco cambiados :)

Momentos antes de cumplir un sueño :)

Aguas Calientes es un lugar bonito, turista-bonito. No hay mucho espacio para nosotros, como siempre, pero debo decir que a lo último ya habíamos encontrado nuestro espacio, al menos un poco.
Lo primero que hicimos fue sentarnos frente a un negocio de artesanías regionales en un gran macetero a hacer un ensalada de tomate y palta que tuvimos que dejar por la mitad por el asunto de la cáscara ácida del tomate raro ese.
Fuimos al camping, que estaba bastante lejos y para eso tuvimos que volver al lado del Vilcanota, que ya me daba náuseas ver a mi izquierda.
El camping estaba en el mismo camino a la entrada del Machu Picchu. Le lloramos a una mina muy dura, que nos baje de 15 soles a 13,40 que era todo lo que teníamos, para pasar una noche allí. Accedió a lo uuuuultimo.
Por supuesto lo segundo que hicimos despues de armar la carpa fue pegarnos un duchazo de agua fría, que a estas alturas (con semejante caminata de por medio) era un sueño hecho realidad.
Una vez bañaditos fuimos con las artesanías a ver si se podía tirar el paño. Apenas lo tiramos en la plaza de armas, una nena italiana vino y nos compró una pulsera de un sol, que se convirtió en nuestro único capital.
Acto seguido vino un cana y nos rajó.
Lo pusimos más lejos, nos rajaron de vuelta y así hasta que tuvimos que ponerlo en una de las calles principales a un lado de un restaurant con poca luz, y por suerte nos compraron una trenza. Justo antes de que venga un cana y nos raje... Lugar difícil, Aguas Calientes para los pibes.
Pero antes, nos encontramos a Pepe y a un personaje encapuchado llamado Ariel y nos contó un poco mejor su plan... Todavia no sabiamos lo que aquel personaje encapuchado significaría para nosotros, y la realización de nuestro sueño.
Con respecto a la comida, Aguas Calientes era un paraíso para nosotros, sobre todo para Mati, barril sin fondo, para quien buscar alimento se había vuelto un juego.
Resulta que este lugar está en el medio de la nada. Sólo hay una ruta para llegar y todo lo que llega, llega en tren. Por eso, y por la importancia del Machu Picchu a nivel internacional, todo está muy caro. Pero, por la misma razón, no hay ni perro a quién darle la comida que sobra.
Por supuesto fue Mati el que pisió comida en los restaurants a cambio de artesanías y cuando se dió cuenta de que si el no pedía lo botaban a la basura para que no vengan las ratas, pidió comida a cambio de nada.
Una vez estabamos con Pepe, Alix, Pablo y Ariel (todos viajeros) y comimos como 90 veces. "Qué querés comer?" me decía Mati. "y, la verdad estoy tentada de papas fritas con huevo frito". Se iba, volvía, traía eso y encima con arrocito. Teníamos algo que convidarle a los chicos y estabamos contentos.
Matías desaparecía a cada rato mientras nosotros caminabamos y volvía a aparecer con más y más platos de comida.
Ese día, los chicos iban a entrar a Machu Pichu. Lo hicieron.
 Cuando volvieron y nos contaron todo nos dieron más fuerza para entrar. Pensamos que lo ibamos a hacer a la manera de ellos, pero nuestro viaje fue otro viaje, y tuvimos que adaptarnos a nuevas circunstancias e improvisar...
No teníamos mucha plata, pero Matías dijo: "En una película llamada , el día antes de ir a la guerra el capitán les repartía café y cigarrillos y tenían una buena comida. Antes de eso escaseaban y se los escatimaban, pero no el dia anterior a una batalla... asi que pienso que tenemos que comprar una gran barra de chocolate"
Me parecieron las palabras justas para antes de la batalla, nuestra batalla, pero la verdad soy mujer, con decirme "che, negra, nos compramos los únicos 7 soles que tenemos en chocolate" era más que suficiente.
Aunque todavía faltaba mucho para ÉL momento, ya caminar en esa dirección hacía que mi corazón se saliera de mi pecho.
Esperando en una plazoletita al lado del Vilcanota, Ariel prendió su cámara y nos filmó. Primero a él: "Hola, estamos aca con Matías y Celeste a punto de hacer algo importante, contanos Celeste"
"Holaaaa, soy Celeste y estoy a punto de cumplir mi sueño de entrar al Machu Picchu" No recuerdo si Mati dijo algo. A este punto se me revolvía todo. No podía pensar mucho. Podía sentir todo.
Entonces, comenzamos a acercarnos...
Todavía era temprano y yo por mi parte necesitaba desacelerar el corazón un poco, asi que bajamos como pudimos al ladito del río, donde su fuerza se sentía más que nunca, pero también de alguna manera hallamos la paz que necesitabamos para seguir adelante con nuestra meta.
Nos tendimos sobre una rocs plana gigante y dormitamos. Las ramas que estaban arriba mío tenían una forma extraña. Quería dibujarlas. Eran hermosas con las estrellas de fondo. En realidad queria recordar ese momento para siempre. Justo ese momento en el que había llegado más lejos que nunca, lo cual sentía ya como un triúnfo.
El momento antes de cumplir un sueño, el momento antes de entrar al Machu Picchu. No podía creer estar ahí al fin. Me imaginaba lo orgullosos que estarían de mi mi familia y mis amigos, sólo por haber llegado hasta la puerta. Pensé en todo lo que habíamos pasado para llegar hasta ahí. Recordé el momento en el que dije "che, y si vamos al Machu Picchu?", un año y pico atrás. Me vi de nena, cuando soñaba con viajar. y lo sentía tan lejano.
Fue un momento realmente muy fuerte. Entendí porqué la vida nos puso justo en esa piedra por ese rato antes del gran momento.
Después de una horita, decidimos que ya había llegado el momento...

Nuestro propio camino del Inca

Calca es un lugar muy poco conocido por el turismo, sin embargo tiene una belleza increíble y muchos secretos.
Hay muchas ruinas en casi todas sus montañas, entre ellas, las ruinas de Hochoycozco, desde las cuales hay un camino inca que llega hasta Saqsawaman, en Cuzco. Me la debo!! Tambíen hay aguas termales, las piedras de la leyenda, un paisaje increíble y lo más bello de todo, por supuesto, su gente.
Pasamos por ahi con la idea de volver y pasar alli, nuestra primera navidad y año nuevo lejos de casa.
Al toque nos fuimos a Urumbamba y de alli a Ollantaytambo, desde donde comenzaría la gran caminata por la vía hasta Aguas Calientes.
No entramos a las ruinas ollantaitambezcas pero fuimos enfrente a Puncuilluna, (o algo asi) que eran otras ruinas de depósitos de granos y desde donde se veia Ollantaytambo en todo su esplendor (tambien pispeamos como entrar, pa la próxima)
En Ollanta esta todo bien para poner el paño al lado de la feria que esta a la entrada de las ruinas, quizas en el piso pero también en alguno de los puestos si los feriantes no fueron. También esta todo bien para poner la carpa en la plaza de Toros, donde se hace una celebración cada año que consiste en atar un cóndor al lomo de un toro y ver como se hacen mierda mutuamente. Que liiiindo!!!
El Condor picotea al toro y el toro salta para todos lados tratando inutilmente de sacarse al condor del lomo. Segun quien "gane", el año va a venir con buenas o malas cosechas. Si gana el Cóndor es muy buen augurio (asi cualquieeeera), pero si el Condor muere... pinta el bajón.
Por supuesto nosotros dormimos ahi cuando ni el cóndor, ni el toro, ni la gente estaba ahi, si no linda ensalada de hippis hubiesemos resultado :P.
Al día siguiente salimos del kilometro 68 de la vía del tren y comenzamos nuestro propio camino del Inca, hacia el Machu Pichu.
Teníamos 13 soles con 40 céntimos. No teníamos ni idea de cómo ibamos a hacer para entrar a la ciudad Inca, pero sabíamos que ibamos a entrar.
Casi no tengo palabras para describir el maravilloso camino que recorrimos por las vias. Tienen que verlo. Casi siento lástima por los que hacen ese camino en 3 horas arriba del tren (lo que nosotros hicimos en 14). Es demasiado rápido para disfrutar tan bello paisaje. Además, no llegan a valorarlo como es debido. En todo el camino se encuentran en el suelo, papeles, sobrecitos vacíos de azucar, botellas de plástico y vasitos con el rótulo del tren. Basura que tiran por la ventana los malcriadísimos turistas y contrasta con tanta hermosura.


Asi se veía el camino, desde que pusimos los pies por primera vez en las vías.
Nosotros, en cambio, vivimos y padecimos el camino, pasito por pasito.
Casi siempre tenés la vía adelante, la montaña a tu derecha y el rio Vilcanota a la izquierda. El Vilcanota, para que se den una idea, es el rio que crece durante las lluvias y se lleva casas enteras, cosechas y gente. Tiene una fuerza increible y su murmullo (murmullazo) es la música que nos acompañó los siguientes 40 y pico kms.
La vegetación es muy variada y preciosa, ya selvática. Todos los tonos de verde los conocí en ese caminito.
Llevamos nuestras pesadas mochilas, pero a los 4 kms de haber empezado dejamos más de la mitad en la casa de Dora, una buena señora que literalmente nos sacó un peso de encima!!
Encontramos de todo para comer: Siscilianos (verdura verde y grandota, RARA, buena para ensaladas), ´, choclos, tomates ácidos, paltas que nos regaló una señora y moras silvestres. Además habíamos llevado paquetes de arroz y fideos y algunas frutas y verduras, porque en el camino no hay almacenes, viste?
A veces hay puentes, a veces túneles y a veces túneles dobles, por los que su amiga Celes tuvo que correr para que no la agarre el tren. (muuuuy lindo y de mucha risa ahora que es anécdota, pero en el momento te la regalo) Muy recomendable esperar, el tiempo que sea necesario, a que venga el tren y después pasar. Los trenes pasan cada 20 o 30 mins, quizas una hora. Por lo cual despues de meses todavía me quedaba retumbando en la cabeza la bocina del tren, hasta soñaba con ese ruido. Esa fue la parte no tan amable.
Había varias ruinas en el camino, que pudimos recorrer desde adentro, y sacar fotitos.
Nos recorrimos los 40 y pico de kilometros con las ojotas hechas de llanta de camión, por lo cual se nos metían piedritas constantemente entre el pie y la suela, pero llegar, llegamos. Aunque no fue fácil andar así, pero perder la paciencia sí era fácil. Mati y yo nos peleabamos todo el tiempo.
Todavía me llegaba señal al celular. Mamá me llamó en el medio del camino y me mandaba mensajes cada vez que podía para acompañarme en mi aventura. Pero a lo último ni paciencia para mi mamá había. Me exigió que le responda un mensaje de texto o no se que lo cual es comprensible si uno lo ve desde sus ojos. Pero yo estaba cansada y no tenía ganas de contestar nada, menos sabiendo que si miraba otra cosa que no fuera mis pies y donde se apoyaban, me iba a tropezar por vez número 2.754.955. Le contesté finalmente, pero algo tipo "no me rompas las pelotas" me contestó algo tipo "asi no se le habla a tu madre" y le escribi para pedirle perdón pero justo me quedé sin crédito.
Estabamos en la recta final y el cansancio, las mochilas y la ansiedad pesaban más que nunca.
Un tren paró adelante nuestro. Cuando avanzó, descubrió el pueblo de Aguas Calientes para nosotros. Justo a tiempo para evitar que Matías y yo nos agarremos de los pelos.

La Leyenda de Unu Urco

"Hace mucho tiempo, a media legua de Calca, en el ayllu real de Urko, vivía el poderoso, valiente e inteligente Inka Urko, junto con su esposa y sus dos bellas hijas. En esos tiempos, las tierras de Urko fueron azotadas por una gran sequía y la falta de agua hacía peligrar los cultivos y la vida de todo el pueblo.
Entonces, el gran Inka Urko llamó a los hombres más aguerridos de la zona diciéndoles que aquel que hiciera llegar agua a Urko tendría, a cambio, la mano de su hija Paukar Illa, quien tenía un romance secreto con el valeroso guerrero Uska Paukar.
Al llamado del gran Inka Urko, se presentaron Atoq Takuri, Rumi Maki y, por supuesto, Uska Paukar, con el propósito de ganar la mano de la bella Paukar Illa.
Los tres iniciaron la competencias, cada uno con sus hombres construyeron acueductos. Uno traía el agua desde Huaman Choque, el otro del río Qochoq y el último desde la laguna de Qan Qan, siendo el ganador Rumi Maki.
Inka Urko, al ver cumplido el reto y teniendo agua para sus cultivos y hombres, cumplió con su palabra entregando a su hija en matrimonio a Rumi Maki.
Uska Paukar, no contento con el resultado, enfrenta en una batalla a Rumi Maki, y también es derrotado.
Entonces, mientras se celebraba el matrimonio de Rumi Maki y Paukar Illa, Uska Paukar se aproxima al lugar de la ceremonia y en un descuido huye con su amada hacia la montaña de Pitusiray. Muy molesto Rumi Maki, echa una maldición contra ellos y en lo alto de la montaña Paukar Illa y Uska Paukar se convierten en piedra para siempre...
Hasta hoy en Urko existen los tres acueductos construidos por estos valerosos hombres y en lo alto de la montaña de Pitusiray, están los dos grandes monolitos de Paukar Illa y Uska Paukar."
 
De mitos y leyendas del Perú
http://www.yunkawasiperu.org/uploads/8/3/7/7/8377762/mitos_y_leyendas_agua.pdf
Mas fotos de Unu Urco y la representación del mito
http://decisivomomento.blogspot.com/2007/10/unu-urco.html

Por el Valle Sagrado

En Pisaq jugamos a la casita en una casa en construcción semi abandonada. Hacíamos un fueguito para cocinar y poniamos la carpa en el único cuarto donde no se llovía.
Yo tenía un poco de miedo a que venga el dueño, aunque no creía que fuera a tener mayores problemas con nosotros porque no estabamos haciendo nada malo, pero mucha gente venía a reclamarle deudas y eso me dejo un poco mas tranquila, ya que algo me decía que no iba a venir...
Nos habremos quedado unos 4 días, esperando que nos vaya mejor en la feria, pero la verdad nuestro paño era muy microbio y no tenia comparación con los tremendisimos paños de macramé que veíamos por todas partes. Legamos a vender lo justo y necesario para comprar todo lo que necesitabamos: un aceite pequeño y un encendedor. Pero intercambiabamos artesanías por comida y comimos bien.
Una señora de un comedor nos dio un montón de arroz con atún :).
Mati fue a intercambiar a un pueblo que quedaba atras de nuestra casita, llamado Taray, y le dieron unas papitas y pan, pero una señora le dijo que no podrian darle mucho en ese pueblo, ya que hacia un año habian sufrdo un Huayco (avalancha de barro que baja del cerro, causada por las fuertes lluvias) y no tenian nada. Siete personas habian muerto y lo único que había hecho el gobierno fue darles una carpa a cada familia para que duerman alli, con letras bien grandes que decian "DEFENSA CIVIL". Pero la gente necesita más que eso. El gobierno del Perú, se olvidó por completo de Taray, después de darles las carpas y sentir que habían cumplido.
Si hay algo importante que sucedió en Pisaq, fue volver a ver a Pepe, un salvadoreño que tenía la misma idea que nosotros de entrar al Machu Pichu. Lo encontraríamos nuevamente en Ollantaytambo y por supuesto, en el tan deseado Aguas Calientes.
Nos fuimos de Pisaq sin un sol, pero con ganas que crecían cada vez más, ganas que daban fuerza, y que eran nuestro gran motor para alcanzar la meta.
Hicimos dedo y un colectivero nos levantó y nos llevó hasta Calca (viste que sí se puede gratis).
Alli conocimos a Reyner, un amigo que nos dejó poner la carpa al lado de su casa. Reyner tiene alma de viajero pero todavía no lo sabe mucho. Trabaja en construcciones como su padre y se tomo un año sabatico de los estudios porque necesitaba pensar sobre su vida. Yo creo que nuestro paso por alli le vino bien para recordad que puede hacer lo que sienta que quiere hacer de su vida, lo que sea que lo haga felíz y no necesariamente tiene que ser aquello que le impusieron.
Reyner y su familia nos invitaron un riquisimo plato de comida y un matecito con manzanilla que recién arrancaban del suelo y asi nos quedamos hasta tarde escuchando la leyenda de Unu Urco, el barrio donde estabamos, hermosamente interpretada por Reyner.

sábado, 3 de diciembre de 2011

CUZCO, el orígen de todo..

Al llegar al cartel "bienvenidos a Cuzco" festejamos a los gritos los cuatro.
Pero ese era el comienzo del departamento, no de la ciudad. Todavia faltaba un tramo.
El paisaje era increible y con tan hermosa compañia, aún más maravilloso. Me sentía en casa.
Tuvimos que pasar la noche en Siquani, porque ya anochecía.
Matias y yo no teniamos un mango partido al medio. Pero que vá! Era 7 de diciembre y el pueblo nos recibio con música que seguimos hasta encontrar un desfile, festival, baile, morenada y caporal. Un hermoso despliegue de colores y un Perú que nos recibía con los brazos abiertos.
Pusimos el paño en la plaza y vendimos nuestros primeros 28 solcitos, bien merecidos, que estrenamos tomando una chocolatada caliente.
Al otro dia llegamos al tan ansiado Cuzco, (de Qozco, origen de todo) y almorzamos en las escaleras de una de sus hermosas catedrales frente a la plaza de armas.
Me queda mucho por recorrer de aquella ciudad, pero lo poco que vi, me encantó. Las calles angostas, construcciones de piedra, una arquitectura que volvería loca a la Roxana.. pero si, como decia Mati, alrededor de todo eso habia una maqueta armada para el turista que no te permitia ver la belleza original del Cuzco.
Como en toda ciudad turística, habia problemas para poner el paño. Apenas lo apoyamos en la calle San Blas, vinieron los municipales y nos rajaron a todos.
No encontrabamos nuestro lugar alli, pero lo encontraríamos si nos hubiesemos quedado un tiempito más, estoy segura. Tambien esta fue una etapa para descubrir o redescubrir nuestra forma de viajar y esto es algo en lo que Amparo me ayudo muchísimo.
A la noche comimos en un restaurantcito bastante alejado del centro, dirigido por una chola dormida que se despertaba solo para dar indicaciones, como si hubiese visto todo lo que habia pasado mientras estaba durmiendo y luego volvia a cerrar los ojos y permanecia sentada en su silla, hasta que volvia a despertarse y pegarle el grito a alguno.
Al día siguiente fuimos a recorrer más del Valle Sagrado. Recorrimos la feria más hermosa que vi en mi vida, en Pisaq. Despues de instalarnos y poner el paño, Amparo y Leo arrancaron para Calca. Esa fue la última vez que los ví, aunque Amparo me acompañó de otras maneras durante el viaje,  estamos conectadas de una forma que no se puede explicar con palabras, pero entre nosotras no e necesario. Ansío mucho volver a abrazarla...

PERÚ....CARAJO!!!!

Volvimos a La Paz, no sin antes pasar el último día en El Alto, juntando hasta el último céntimo para comprar un charanguito de 300 bolivianos, precioso instrumento que venia queriendo hace rato, y Mati me re hizo la segunda.
Nos quedamos sin plata de vuelta, pero la magia volvió a suceder: A último momento tiramos el paño y nos compraron como 70 bolivianos, todo lo que necesitabamos para pasar una noche en un bonito Hostel ("Gimenez"... el nombre no es tan encantador como el lugar), y para el pasaje a Desaguadero, donde se encuentra la frontera con el tan deseado Perú.
Vimos el Lago Titicaca, muy de pasada asi que todo lo que puedo decir de este famosísimo charquito de agua es que es muuuuy graaaaande.
Las fronteras me dan miedo, lo confiezo. Esta vez estaba más nerviosa que cruzando Bolivia, no se por que. Pero pasamos, después de sudar la gota gorda como si estuvieramos pasando 14 kilos de cocaina o algo así, cuando en realidad nuestro único crimen es: No ser los turistas platudos que todos esperan.
Caminamos un poco hacia la ruta que va a Puno. Nos sentamos en una parecita y ahi disfrutamos de nuestro primer momento en Perú: Tomando un tecito de cedrón, probando el charango sin saber nada, solo tocando las cuerdas que contrastaban con el silencio y lo acompañaban hermosamente. Cada tanto pasaba un auto, pero muuuy cada tanto y le hacíamos dedo, pero la mayoría eran combis ansiosas por cobrar hasta el últimos sol (sí, ahora la mano viene en soles. No es re tierno? "cuanto cuesta eso señora?" "un sol" :D).
De cualquier modo estabamos muy cómodos en nuestro lugar. Frente a nosotros habia una casa muy humilde, ya subida a una especie de cerrito, como todas las filas de casas de la mano de enfrente y había una señora tejiendo en su gran telar. El sol le daba un color más brillante a todo esto. Fue un momento que sabia que iba a recordar sintiendo el corazón tibio.

Esperamos ahí unas horas, lo que es muchísimo para un tipo tan ansioso como yo (aca les habla el Mati), en una circunstancia donde es muy poco lo que se puede hacer para salir de ella. Un par de veces algunos taxistas frenaron, pero cuando le contábamos que no teníamos plata nos decía que no nos pdía llevar.

Finalmente frenò uno al que accedió a llevarnos a  Puno después de que le contamos nuestra historia. El camino a Puno es hermoso. Siempre con el Titicaca a la derecha y pintorescos cerros a la izquierda. Con nosotros llegó la lluvia que tanto estaban esperando. Y cómo! Por el horizonte veíamos cómo las nubes negras se acercaban bañándolo todo. Una bienvenida alucinante.

Al llegar a Puno estacionamos y cuando sacamos las mochilas del baùl el tipo nos mira y nos dice "y? hay pasajo o no hay pasaje?". Terminamos dándole algo y nos fuimos. La actitud no nos pareció buena. ¿De verdad se siente mejor tener 5 soles más que ayudar a alguien a cumplir su sueño?
(despues nos enteramos que en Perú es costumbre cobrar por hacer dedo)

Un poco bastante calientes nos fuimos a recorrer Puno. Lo 1ero, como siempre, es buscar un lugar para vender y luego uno para dormir. Bajamos hasta el Titicaca, conseguimos un mapa y como no encontramos un espacio propicio para vender (estábamos en temporada baja, la muerte!!) nos fuimos a pasear. Pasamos por una plaza donde había un megatobogán donde nos tiramos un par de veces

Con el dato de que había un cura que daba alojamiento fuimos al centro, siguiéndole el rastro Fue difícil pero encontramos el lugar. Y allí conocimos a  Soraya, una colombiana viajera súper chévere y con una historieta, como todo viajero. Ella estaba viajando con su novio, un poco conociendo y otro buscando su lugar en el mundo. Hacía macramé, como nosotros y estaba en la ruta hace 1000 años. Nos dio mucha información sobre lo que venía adelante y nosotros le dimos nuestra mejor energía para que se sobreponga un poquito de las dificultades por las que estaba pasando.

Al otro día nos despedimos de ella después de desayunar quinua con leche y pan de la sierra. Nos dimos cuenta cómo otra vez todo se había dado como para que los 3 nos cruzáramos.

Al salir a hacer dedo estabamos un poco desanimados porque pensamos que nadie nos llevaria, sobre todo Mati... pero lo animé y le dije que seguramente habia una opción que no estabamos considerando, algun loco que sí era capaz de llevarnos gratis... y asi fue, nos levantó un peruano que habia estado en Argentina y habia hecho dedo en Rosario. Nos llevo 45 kms mas pal norte, Hacia Juliaca, ciudad de comerciantes.
Llegamos a Juliaca, quisimos mezclarnos entre los comerciantes pero no somos comerciantes, somos artesanos y viajeros asi que no encajamos, che.


Sacamos el paño y nos fuimos a hacer dedo con la esperanza de acercarnos un poco mas al Cuzco. Ya se hacia de noche y empezabamos a buscar de reojito un lugar donde poner la carpa cuando de repente pasa por la Pa Panamericana un auto muy parecido al de Leo y Amparo, con una camilla para hacer masajes en el techo muy parecida a las de Leo y Amparo y adentro dos Hippis argentinos muy parecidos a ellos... eran Leo y Amparo!!! Nos pusimos a hacerles señas a lo loco hasta que nos vieron y frenaron más adelante.



Nos abrazamos y tratamos de ponernos al dia sobre todo lo ocurrido mientras no nos vimos. Pero nos quedabamos con las ganas... Entonces Amparo uso su determinacion de hirro y dijo "aca no los dejamos, ustedes se van con nosotros al Cuzco".
No se como hicimos lugar en el auto pero entramos. y nos fuimos los cuatro. Antes de arrancar Leo dijo "Bueno chicos, hasta Cuzco no paramos..."
Los cuatro estamos de acuerdo con que no era casualidad que justo ahi, en Juliaca, se terminaba el mapa de rutas que tenian. De ahora en más, el camino era un misterio.
Todavia no sabiamos que nos esperaba lo mejor de lo mejor de un viaje increíble, porque, como dicen unos amigos "quien se lanza a lo desconocido, descubre tesoros"

sábado, 6 de agosto de 2011

Sapahaqui, al fondo del Valle


Algo asi es Sapahaqui :)
Esa mañana nos levantamos con mucha energía y entusiasmo por conocer aquel destino que se nos había puesto por alguna razón en la cabeza, sin saber cómo era, cómo se llegaba, quienes habitaban, nada.

Cambiando nuestros últimos 3 dólares, 2 euros y 2 pesos argentinos a pesos bolivianos llegamos al lugar donde se tomaban los buses a Sapahaqui. Pero al preguntar al chofer cuanto costaba el pasaje nos dimos cuenta que no llegábamos por 2.6 bs. Le dijimos que por favor nos lleve igual, que veníamos de muy lejos para conocer Sapahaqui ("Sapajaqui" le decíamos nosotros, después nos enteramos que era chamuyo argentino, que se decía Sapaqui nomás) y él nos decía que no y le insistimos tanto que nos dijo "Está bien, yo los llevo, pero ¿cómo van a volver?". No importa, después vemo'
(comentarios de Celeste en celeste.... la verdad es que Mati convencia al tipo mientras tres cholitas se morian de la risa y yo me escondía atras de sus cajas con poyitos)

En el minibus íbamos apretujados entre cholitos hablando aymara, intercambiando algunas palabras con algunos, que se mostraban curiosos por nuestra curiosidad.
(no entendian porque corno habiamos elegido un pueblo tan olvidado como Sapahaqui, en vez de ir a lugares turísticos como la gente normal...ponele)

Sapahaqui es un pequeño pueblo situado en un Valle, que es la división entre el altiplano y las yungas bolivianas. (bajá hasta ahi en mini combi, animate) El clima es totalmente diferente al de La Paz, pese a estar a sólo tres horas de viaje. Desde muy tempranito el Sol calentaba suave, por las noches resfrescaba bastante, aunque era algo soportable y casi nunca llovía. En Sapahaqui hay una plaza, una comisaría, una escuela, una iglesia que está cerrada y varios vecinos. Cada familia tiene su chacra con plantaciones de papa, damasco, trigo, cebolla, entre otras. Además crían ovejas que traían a comer cerca nuestro y las estacaban al suelo para venir a buscarlas al bajar el Sol. (este sol merece una S mayúscula)

Cuando llegamos un policía nos indicó algunos hostales donde pasar la noche. Le respondimos todo que sí y nos fuimos. No queríamos que sepa que no había un cobre y que íbamos a trabajar para poder volver.

Buscamos un lugar tranquilo y deshabitado para tirar la carpa. Bajamos al río seco y lo cruzamos. Llegamos a un lugar resguardado, lejos de la poca gente que había. Después de armar hicimos un fueguito para cocinar, comer e irnos a dormir. Había sido un día cargado de emociones. Nesecitábamos descanzar.

Entonces un grupo de lugareños se acercó hasta donde estábamos nosotros. Primero llegaron algunos, luego más y más. Con sus linternas nos cegaban. Nos dijeron que querían que nos fuéramos porque estábamos invadiendo su tierra. Ayunque el lugar donde estábamos no era el terreno de ninguno, era el territorio de la comunidad y cualquier extranjero que fuera era interpretado como un "invasor". Tratamos de explicarles que no era nuestra intención que se ofendan, ni invadir, ni malograr el lugar, ni nada, sino todo lo contrario, queríamos conocerlos. No hubo forma. Nos amenazaron con que ellos nos lo decían de buena forma y que después iba a venir gente armada con piedras. Tuvimos que desarmar e irnos en la noche, por las piedras del río seco, con el cuerpo cansado, el peso de las mochilas, después de conocer la famosa "cerradez boliviana" que nos habían mencionado antes. Esperábamos (muy) ansiosos la excepción a la regla.

No tardó en llegar, porqué por cada humano que niega ayuda hay 100 que la dan. En el camino un hombre se acercó hasta nosotros para guiarnos hasta una cancha de fútbol donde se podía acampar. Pobre, tuvo que aguantarse todos nuestros reproches. (y con esto nos referimos a los alaridos de Celestita que dejó bien claros sus pensamientos al respecto de esa gente) Nos fuimos a dormir. Angustiados, sí. Pero más aliviados de que hayamos salidos de esa situación ilesos.
(antes de irme a dormir me quedé escuchando la banda que vino a cantarnos el arroró...ponele. Eso me calmó un poco, pero al principio cuando vimos que llegaban tipos con tubas, saxomfones y otros instrumentos cuando nosotros queriamos dormir, mas que nada para que ese día se termine, yo pensaba "que más nos puede pasar hoy")

Al otro día, (el paisaje a nuestro alrededor hizo notar porque Sapahaqui se hacía rogar tanto) alguien nos explicó que del otro lado del río vive una comunidad distina, que son gente más recia, con creencias antigüas. "Antigüas?" pregunté. "Sí, pensaban que ustedes eran los kiri-kiri". "O_o!? lo' qué?!". "Los kiri-kiri, unos monstruos mitológicos que secuestran a las personas y les arrancan las médulas espinales" ...

Nuestra estadía en Sapahaqui pasó por muchas etapas. Al principio estábamos solos todo el día. En un fueguito cocinábamos desayuno, almuerzo y merienda. Nunca cena porque como no teníamos luz cuando se iba el Sol nos íbamos a dormir hasta que salía de vuelta. Como teníamos provisiones para toda la semana, y no había gente a la que venderles artesanías no trabajábamos. Pasábamos el día tejiendo, caminando entre los cultivos, molestando a las ovejas. (Solo los domingos ibamos a la Feria del Alto a trabajar y ajuntar más provisiones para la semana)

Con el correr de los días nos hicimos más y más conocidos, tanto que no sentíamos celebridades. No había un momento en el día en que estuviéramos solos. Lo que al principio era genial (sin movernos de nuestro lugar vendíamos, charlábamos, jugábamos con los niños, hasta nos traían comida!) después comenzó a cansarnos. Ahora puedo decir que entiendo a Michael Jackson...mmm...no, no creo :P

Tuvimos inconvenientes con un grupo de adolescentes que nos robaron algunos de nuestros trabajos, pero salvo eso, pegamos especial onda con otro grupo, con los que nos juntábamos a la noche a cocinar, cada uno traía un ingrediente de su casa y armábamos alto fuego. También hacíamos juegos nocturnos, como el Sol y hielo (que no es nocturno, pero de noche era más emocionante) Y aprendimos alguito de aymara. Iu jam patita!
(no seas grosero, Mati!, Lo que queria decir yo, es algo que le prometi a esas mocosas malcriadas que iba a publicar en mi blog y aqui va NUNCA ME ROBARON EN TODO EL VIAJE HASTA AHORA SALVO EN SAPAHAQUI)

Los sábados que estuvimos en Sapahaqui íbamos a la feria del pueblo siguiente, llamado Tacobamba, donde iban todos los pueblos cercanos, ahí nos iba tan bien que nos permitía vovler a la Paz los domingos y trabajar de nuevo en la feria del Alto. Pasamos dos semanas en Sapahaqui, donde conocimos mucho de la cultura boliviana. La gente quería que nos quedemos hasta el verano, para ver cómo todo el valle se ponía verde y los árboles se llenaban de frutas. Pero Macchu Picchu nos llamaba como Sauron al anillo de poder y con eso en mente nos fuimos con la idea de pasar a Perú ese mismo día.
(En la combi subiendo del valle de vuelta al "mundo real" me agarro algo que no se muy bien como explicar. Una fuerza de adentro miso empujaba para afuera, entonces me converti en un mar de lagrimas. mati me preguntaba que me pasaba pero yo no podía decir nada.
Creo que fue una mezcla de cosas. Por un lado necesitaba descargarme despues de haber pasado casi tres semanas siendo entrevistada las 24 horas del día y despues, la emocion de que al fin habia llegado el día de cruzar la frontera a Perú. Sabíamos que nadie nos detendría. Sabiamos que eramos responsables de hacer nuestro sueño realidad, porque los límites estan solo en la cabeza, y ahora lo habíamos comprobado. Habíamos llegado muy lejos. Mucho más lejos de los que 3000 kilometros pueden ser.
Ese llanto fue una forma de decir GRACIAS)
Saliendo de Sapahaqui... Asi se siente estar en un bondi en Bolivia. La vista de atras de una chola podria ser cualquier chola. Nada de "ah! debe ser rigoberta, por la forma de la trenza" no! nada de eso, son todas iguales (si se las mira de atras, señoras, no se me enojen)

martes, 2 de agosto de 2011

LA PAZ




...Uno se siente como en la pelicula "El Origen" vite cuando se doblan todas las casas hasta que las tenes de pared? una onda asi.
Es como estar en el medio de una gran olla con paredes empapeladas de casas. Te cuesta un huevo caminar por la calle, si no estas subiendo por una pendiente y quemas 14000 calorias con la lengua afuera tratando de caminar una cuadra, seguramente estaras bajando por otra calle a los pedos como un boludo. Estas son las únicas dos opciones. Ahora imaginate esto con nuestras mochiliiiitas chiquitiiiitas rompiendonos la espalda. Que vida de mierda, che x).
Habia que llegar a un alojamiento lo antes posible y preguntar precios... que jodido. Se ve que hay una regla general: Decile 30 la habitacion y cuando el boludo se entusiasme y haya hecho el check in le decis que son 60. "es que son 30 por cada uno" pero yo te pregunte bien viejo... en fin, es un consejito para aquel que todavia no haya pisado esta bella y caótica ciudad.
Uh, a todo esto me olvide de mencionar lo CAÓTICA que es esta ciudad. Como explicarlo... El transito, un QUILOMBO asi con todas letras mayusculas, ruido hasta por donde no existe. Tenes unas combis que te persiguen una cuadra entera, (lo juro), gritando "a ceja ceja!!!, un boliviano, un boliviano!!!, ceja,ceja, un boliviano, ceja!!!" o "electropaz, electropaz, electropaz, uno cincuenta electropaaaaaaaaaz!!!!"
En resumen, La Paz, de paz no tiene un carajo!!
Pero bonito y distinto de lo que uno ve por sus pagos, es.
Ya que vimos que era imposible vender ahi sin que te metan en cana, pasamos cuatro dias paseando, conociendo, morfando a lo loco, anticuchos, sopita de fideo, bisteeee (si, asi), y otras comidas que basicamente son papa chuño, arroz y algún tipo de carne.
Preguntando, preguntando llegamos a la feria del Alto, supongo que se llama asi porque tenes que tomarte un bondi y subir 453 escalones.
Es enooooooooooooorme.
 Venden de tooooooooooooooooooodo.
Y re baraaaaato. pero cuando digo barato, quiero decir, zarpaaaado en barato. Fuimos entudiasmados con comprar nuestros aguayos, esas mantotas de colores donde la gente lleva a sus bebes y otros paquetes, y algunas otras cosas y terminamos tambien comprando ropa usada por 1 boliviano, o 2, o 5.
En un momento nos avivamos y pusimos el paño. Entonces la magia sucedió. Nos dimos cuenta de que ahi podíamos vender copado, pero la ciudad nos quedaba o muy grande o muy chica y teniamos ganas de conocer algo más de bolivia, algo más verde.
Casi que nos vamos a Coroico con Amparo y Leo, pero yo queria un pueblito remoto en el medio de la nada, y encontre el lugar perfecto. Hice algo que siempre habia querido hacer: Busque en el mapa y apunte con el dedo el primer lugar que se me antojo, solo porque tenia un nombre gracioso y estaba ubicado en un lugar verde: Sapahaqui.
Entonces comenzó la pesadilla de Matias. Es decir, le rompi soberanamente las pelotas durante un dia entero tipo Bart y Lisa a Homero "nos vamos a Monte Splash?!, nos vamos a Monte Splash?!nos vamos a Monte Splash?!,
pero en mi caso era "vamos a Sapajaqui? sapajaqui, sapajaqui, sapajaqui, sapajaqui!! " (asi pense que se decía)
Como tiene un buen corazón, aceptó xD

lunes, 25 de julio de 2011

... Ya me voy para BOLIVIA!!

Al cruzar la frontera las puertas se achican...vite?

Foto prestada... hasta que consiga las mias... para que se den una idea de lo que es La Paz
"Villazon no sera una ciudad de gran atractivo pero tiene su encanto" Nos dijo uno de los amigos de migracion antes de pasar. Para nosotros fue asi. Apenas pusimos un pie en Bolivia ya empezo el mundo nuevo: Frutas raras, cambio a pesos Bolivianos, sopitas con aumentito, jugos de frutas naturales... Mi primer jugo de platano y papaya!!(mi nuevo vicio), comidas nuevas, api con pastel (que se convertiría en el vicio de Mati), cafe con leche y buñuelo, remate de hisopos, hevillas y otras cosas inutiles por tan solo dos bolivianos, escuchar gente imitando al argentino de una manera que sonaba a Italiano (ahi nos dimos cuenta de lo italianos que somos los argentinos), puertas que nos llegaban al cuello, habitaciones con olor a llama incluido, "duchas suicidas" por las que hay que pagar aparte, el mercado...el primero de tantos mercados, donde esta la verdadera cultura de los pueblos.
 Es asi, en Bolivia no hay supermercados, que yo sepa, salvo en La Paz, pero esto lo reemplazan muy bien con los mercados. En cada pueblo hay uno. Aqui puedes encontrar puestitos para todo tipo de verduras, frutas, comidas, mercería, ropa, calzado, todo lo que se te ocurra. Ahora el tema es como estan dispuestas las cosas... Por ejemplo los carritos con comida tienen todo, pero todo, se ven muy pequeños y parece que funcionaran de pura casualidad pero la señora (la mamita) cocina, sirve y lava los platos, todo desde ahi. Tambien saca banquetas dios sabe de donde a medida que va llegando gente a comer hasta que son realmente un restaurant, muy pequeño, sin lujos, pero con todo lo imprescindible.
Hay algunos puestos, como las herboristerias y forrajerias que consisten en sacos enteros de alimentos y una cholita en el medio que no sabes como hizo para entrar ahi ni como va a hacer para salir y , para colmo, increiblemente, viejita y todo, con su mano alcanza hasta el saco mas lejano, siempre con tiempo y paciencia.
 El pequeño detalle sobre el nuevo terreno al que acababamos de llegar, es que ahora eramos extranjeros, o mejor dicho, "gringos". Esta usted en Bolivia o mas alla? Acostumbrese, ahora usted es un gringo, no hay vuelta que darle. Ahora asumir este nuevo título es una tarea dificil. Ahora tendra que adaptarse a cosas que antes no tenia que hacer, como preguntarle el precio de las cosas a los lugareños antes que a los vendedores, ya que los vendedores le cobran a uno por "la cara de gringo". Es decir, te cobran lo que quieren. Por alguna extraña razon piensan que todos los turistas tienen plata y ganas de gastarla. Como explicarle a cada uno de ellos que no nos sentimos turistas, somos viajeros. Y no es lo mismo.
Despues de una deliciosa cena de cafe con leche y buñuelo, nos fuimos a dormir esperando el nuevo día. Lo último que vivimos como Argentinos en Bolivia pero muy cerca de Argentina, fue un partido de Boca- River que pasaban en todas las teles, en todos los barcitos, con muchos bolivianos alrededor a la espera de un gol, como si fueran Argentinos.
 Al día siguiente nos tomaríamos un ter muuuuy lejos y empezaríamos a subir a La Paz. Para eso compramos hojas de coca, pensando que tal vez sentiríamos los sintomas del apunamiento (soroche), pero esto nunca nos sucedió :) Celes y Mati: 1, Apunamiento: 0.
En el tren el paisaje... increible. Yo no se desde cuando pero creia que Bolivia era un desierto enorme con un par de chozas, una chola, un papacho y una llama y la verdad que no... el verde sorprende, aunque realmente no llegamos a conocer ni la cuarta parte de Bolivia.
 Ya estabamos funcionando un poco resentidos con este nuevo sentimiento de que todos nos verian con el signo pesos en los ojos, cuando una mamita se dio cuenta de que no era nuestro caso, porque estabamos deliberando si comprar algo para comer o no y nos regalo un pollo con arroz. Una masa. GRACIAS.
El viaje consistio el leer, tejer, torrar (70% aunque no muy comodos) y cagarse de frio, para lo cual fue necesario apachurrarse, mi parte preferida del viaje :).
Despues de 17 horas llegamos a Oruro. Celestita, osea yo, en su afan de llegar rápido a Perú, decidio tomarse el primer bus a La Paz que encontrara y ya arriba del movil, se arrepintio todo el camino... desde adentro se veia como Oruro tenia mucho para ofrecer... pendiente.
Llegar a La Paz.... otra historieta, que flash!


(prometo subir mas fotos en un futuro)

Chau Argentina...

El negro interrumpiendo un meo del Mati mientras caminabamos por la via hacia Lozano

Esperando en la entradita de Tilcara con un viento de locos, a aquellos que, (todavia no sabiamos) nos llevarian hasta La Quiaca
Durante largo tiempo encontramos miles de excusas para no cruzar esa frontera.
En La Boheme teniamos "familia", un trabajo estable y en crecimiento... estabilidad? seguridad?
Un buen dia nos dimos cuenta de que todo eso eran trampas que nos ponia la mente para no animarnos a dar el paso siguiente: Cruzar a Bolivia.
Es que esa frontera significaba mucho mas para nosotros. Sabiamos que iriamos a un pais desconocido, el primero de muchos paises nuevos, con culturas diferentes y gente distinta a nosotros y ademas, lo mas importante... Saldrìamos de Argentina sin saber cuando ibamos a volver. Esto era demasiado fuerte para nosotros.
Finalmente decidimos partir una madrugada de ya no me acuerdo que mes. Amparo y Leo se despertaron sólo para despedirnos, ya era la segunda o tercera vez que nos despedian " a ver cuando nos despiden ustedes a nosotros" decia Amparo.
Al salir de un lugar tan magico como La Boheme, necesitabamos que algo de esa magia nos acompañe en el camino asi que decidimos alejarnos despacito y caminar los siguientes dos pueblos. Algo de la magia de La Boheme definitivamente nos acompaño: Fue el Negro, el perro más nómade que conocí.
El siguiente pueblo, a 4kms de Yala, se llama Lozano. Bajo una llovizna persistente, pero no tan persistente como nosotros 3, esperamos que abriera el predio de "Las Vertientes" para chamuyarnos a la dueña y pedirle que nos deje entrar solo para sacar unas fotos. Lo logramos, pero un cartel en la puerta indicaba que uno de nosotros no entraria: "prohibido entrar con animales", asi que el negro espero pacientemente en la puerta.... ponele.
Mientras disfrutabamos de la miseria de nuestra desilucion, (porque la verdad "las vertientes" me sonaba a algo natural pero no era mas que un monton de piletas construidas por humanos, a diferentes alturas y cada una con su agujero para que se vierrrrta el agua en la otra), vemos una cosa negra con patas corriendo en bajada hacia una de las piletas con cara de "miren chicooos!!! entré!, entré!" y en eso el Negro se cae al agua en una caida memorable y solo dejamos de reir cuando lo vimos todo mojadito en el agua, temblando de frio y llorando como diciendo "pucha que los re tiro de las patas!". Lo ayude a salir y no importa lo mucho que intentamos correr lejos suyo, nos cagó mojando igual con su sacudida.
 Seguimos caminando otros 4 kilometros, pero esta vez por la via de un tren abandonado (de no estar abandonado llegaria hasta Venezuela pero tu sabes... no le conviene a las empresas de omnibus, aviones, etc) cada vez se notaba mas lo *abandonado* del camino, porque los arboles eran cada vez mas grandes entre las vias, donde habia todo tipo de vegetacion y *fauna*, refiriendonos a aranas de todos tamanos y colores :S
Finalmente llegamos a Leon y nos instalamos bastante lejos de la comunidad sobre las piedras y la arena, al lado del rio Grande. Fue otro dia de vida de la buena, con fueguito, comida y silencio. La cra del negro hechado sobre las piedras, reflejado en el fuego y el fuego reflejado en sus ojos buenos y su brillante y negro pelaje. un muy buen perro.
 No paso mucho tiempo a la manana siguiente hasta que nos levanto una camioneta y finalmente tuvimos que despedirnos del negro. Desde la noche anterior veniamos temiendo lo que iba a suceder: El negro corria la camioneta para alcanzarnos: *ay! por dios no nos hagas esto* decia Matias mientras el negro corria con la lengua afuera y yo le gritaba mensajes para los chicos y les pedia que los cuide y que le diga a Amparo que me olvide la toalla y la crema para el sol. Como era de esperarse en un perro que ya vio tantas despedidas, finalmente se detuvo, nos miro un segundo y despues se dio la vuelta y camino de vuelta a casa sin tristeza. *ayyyy...estos viajeros!!* seguro penso.
 La camioneta la manejaba un joven y lo acompaniaba otro muchacho. Iban escuchando Los Redondos a todo volumen. Solo intercambiamos palabras cuando paramos un momento en Pucara y nos preguntaron de donde eramos y cuando nos bajamos en Tilcara y nos despedimos agradecidos.
 En Tilcara se puso fressssco... mas bien, corria un viento terrible. Ese lugar marcaba lo mas lejos que habiamos estado hacia el Norte. Habiamos estado alli 2 meses antes cuando fuimos de viaje solo por un dia con Belen y Carlos. Si pasabamos ese limite ya sentiriamos que podiamos llegar hasta la frontera y cruzarla.
Se nos estaban congelando las esperanzas aunque en realidad no esperamos mucho, cuando una pareja en una camioneta increible nos levanto.
 Tenian mas o menos la edad de nuestros padres y la verdad, nos hicieron de papa y mama un rato. Al principio dijeron que solo iban hasta Humauaca, pero despues de mucho conversar nos contaron que la idea era ir hasta La Quiaca, donde tambien ibamos nosotros, pero no sabian como ella se iba a sentir porque por lo general le pegaba el apunamiento bastante mal. Le dije que todo pasa por la cabeza y que depensde siempre de hasta donde uno quiera llegar... Nos llevaron 300 kms hasta La Quiaca.
Despues de otra despedida en la que los agradecimientos nos quedan cortos (incluso nos saludamos como 5 veces, yo creo que porque no sabiamos como decirnos "me gustaria pasar mas tiempo con ustedes") comenzamos a buscar un lugar donde pasar la noche.
 Esta vez teniamos ahorros, no mucho, pero ahorros al fin, que nos habia dejado nuestra exitosa empresa de pan relleno, pero queriamos hacerlos durar, entonces preguntamos en el camping de la Aca si podiamos tirar la carpa ahi. Nos sacaron carpiendo. Yo estaba muerta de nervios: Al dia siguiente pasariamos a Bolivia... pero para... por que no hoy? Al llegar a la frontera se me fueron todos los nervios, no se porque pero me senti en calma. Un senior muy redondo y morocho me hizo un monton de preguntas:
"cuanto dinero tiene?"
"400 pesos"
"nada mas?" (con la voz exagerada de quien esta obligado a decirlo cientos de veces al dia)
"si"
"que hace si se le acaba la plata?"
"mi papa me manda"
"por Western Union?"
"si"
Mentiras piadosas.
Creo que la razon por la que se me fue el miedo es porque me di cuenta de que en verdad no estoy cometiendo ningun crimen. Solo estoy haciendo lo necesario para cumplir mi suenio, sin hacerle danio a nadie.
Senti unas ganas sobrehumanas de ponerme en el medio y muy a lo Homero saltar del pie derecho al izquierdo y visceversa gritando "Argentina, Bolivia, Argentina, Bolivia, Argentina...." Pero me contuve
Nunca se contenga, seniora o senior, cuando se trate de ser feliz. :D
YYYYYYY CRUZAMOOOOOOOOOOS LA FUCKING FRONTERAaaaaAAAAAaaaaaAAAA!!!
ya ta
"Soy una extrangera en Bolivia" le mando a Anita y demas flias por sms
"No era que ibas a cruzar maniana? Besos pulpa!" Contesta una Anita demasiado acostumbrada a mis arranques.

LA BOHEME DE YALA :)


LLegamos de noche.
Sin haber leído el cartel ya supe que era ahi porque escuchaba el sonido de un instrumento de percusión. No había luz en la casa pero gracias a la luz de la noche y de las velas encendidas logré distinguir las dos palabras talladas en madera an la parte alta de una pared: "La Boheme".
Nos recibió "el percusionista", (un muchacho muy blanco de cabello entre rubio y colorado), y nos mostró toda la casa.
Dia en un hermoso medio de la nada con Eugenio y el team de "esclavos" del curso de Permacultura
En la amplia sala, estaban Pedro, Nevil y Juani. Nos presento a todos ellos. "una amiga de Dani" decia Cucu, sonriente.
Recordar ahora como los salude la primera vez es extraño y me da algo de ternura, despues de todo lo que aprendí de ellos.
Fuimos por cuatro dias o una semana... nos quedamos 2 meses. Y no somos los únicos. Parece que todos los convivientes de La Boheme estan "yendo a Mexico". Juanjo, por ejemplo, esta yendo a Mexico pero paró en La Boheme a tomar un descanso... de ocho meses.
Como describir ese lugar... hay magia por donde lo mires, hay magia que te pide que te quedes.
La Boheme era un restaurant manejado por una pareja francesa. Una noche cayo Nico, viajando con la "tortu" (su bici), y vino bien para atender las mesas. Al poco tiempo cayeron Kiara, Nevil, Cucu, Juanjo, en un grupo, luego Juani.
Despues de una pelea bastante violenta, los franceses se separaron., (se ve que uno era muy fiestero y el otro estaba cansado de ser el tipo responsable). Quisieron deshacerse de la casa muy rápidamente y se la alquilaron a los chicos a un precio muy accesible.
Entonces Nació la otra Boheme, la Boheme refugio de viajeros, parada obligatoria, descanso, paz.
Cuando descubrimos la primera mañana allí, el susurro del río Yala, el canto de miles de pájaros (bicho feo, o etio-pía! o hache fío! :)), y todos los tonos de verde alrededor, Matías y yo no pudimos hacer más que desayunar en silencio. Por primera vez en el viaje, sentí que queria quedarme ahi durante largo tiempo. Senti que ese era mi hogar, de una manera especial.
Toda persona que se cruza en tu viaje te enseña algo, pero todas las que conoci en este lugar, ya sea que fueron por un dia, por una semana o por meses, todos me enseñaron cosas muy trascendentales para mi viaje y para mi vida. Todos ocupan un lugar privilegiado en mi corazón.









Se armó la danza

Pedro y la boina màgica...ponele!!!

la sonrisa de Flor

El Negro... que PERRAZO. Mucha de la gente que conozco no tiene ni la mitad de la gran personalidad que tiene ese perro. Otro que tuve que despedir tirandole besos desde una camioneta, porque no nos queria dejar..




Hagase la luz...




El Mati, haciendo lo que sea que un sabio cinturon negro de Sipalqui haria... ni idea que esta haciendo, pero seguro es algo sabio :/


el rio Yala... linda orilla para tomarse unas cuantas quilmes, parece



El culito de la boheme
 
Diana y Flor. Dos hermanas grandiosas. Saben ponerse en el lugar del otro y dan consejos de corazon. No juzgan al otro y eso es valiosisimo. Aprendi mucho de ustedes y me rei muchisimo.


descubran cual es el objeto extraño en la cocina....YO, porsupuesto


Objeto extraño creado por Rulo


El loco de Nevil (que tipo como te hace reir...y pensar) y Pedrito... ya se que te habia prometido que no iba a publicar tu foto pero mira, no sale tu cara, y sos demasiado importante como para no estar en mi blog de viaje.


esta es para May, por el dia de su cumpleaños :)


con Amparito y Leo, una vez más


O.O


Casa
 Quizas sea un poco porque todos eran viajeros y mientras yo les contaba de Salta y Tucuman, ellos te hablaban de Japon, de Nueva Zelanda, de la India, (tipo, cuando vos fuiste, yo fui y vine, fuivine, fuivine!!)
Pero habia algo más... como siempre, el elemento que no se explica con palabras. Sentí mas que nunca, que todas las vueltas de la vida me habían llevado al lugar en el que tenía que estar, en el momento preciso.